BANDERAZO DE SALIDA.- Los muy ricos son diferentes a los demás mortales no sólo por el dinero que tienen, sino por las excentricidades que hacen. Por ejemplo, Eva Stotesbury y su esposo Ned compraron una casa en la costa de Maine, pero cuando se instalaron encontraron que sólo tenía cuartos para 15 sirvientes, y ellos tienen 40... La casa la querían únicamente para pasar allí unas cortas vacaciones cada año, así que la señora Stotesbury llamó simplemente a un arquitecto y le ordenó que construyera un anexo con cuarenta cuartos para alojar a su servidumbre. Cuando llegó en las próximas vacaciones llamó de nuevo al arquitecto para decirle que había olvidado instalar un cuarto de juegos y una alberca bajo techo, también para uso exclusivo de sus cuarenta sirvientes.
CURVA PELIGROSA.- El publicista millonario James Gordon Bennet compró un edificio de 20 pisos en el centro de Nueva York, y mientras le daba la vuelta al mundo en su yate dispuso que en el último piso del edificio le construyeran las más lujosas oficinas que pudieran existir. El viaje alrededor del mundo, incluida una estancia de casi un año en Hawai, le llevó a Bennet cuatro años en total, y cuando regresó a Nueva York decidió ver cómo había quedado su nuevo edificio... En el camino se le ocurrió comer unas hamburguesas como a cualquier mortal, pero su delicado estómago resintió tanto aquella plebeya comida que en lugar de seguir adelante decidió regresar a su yate y volver a Hawai, donde fijó permanentemente su residencia.
RECTA FINAL.- Otro excéntrico millonario, Karl Gulberkain, de origen holandés, era tan enamorado de las flores, que compró un inmenso jardín público sólo para sembrarlo con las más exóticas flores. Más tarde pensó que las flores sin pájaros no lucían bien, y dispuso que se instalaran cerca de 300 pajareras con las más exóticas y costosas aves, y por último contrató a un equipo de 15 jardineros y a 20 encargados del cuidado y alimentación de las aves. * La Estatua de la Libertad, frente a Nueva York, tiene una altura de 91.5 metros, y 354 escalones desde su base hasta la corona. Pero lo que más llama la atención de la famosa figura es su peculiar color verde que, pocos lo saben, se debe a una cubierta de cobre que la cubre y que, al oxidarse, formó una especie de barniz verdoso o pátina, que a su vez la protege del salitre del mar y de los elementos adversos del clima.
META.- Curiosidad: los sordos no se marean, pues el mareo es un mal del oído interno, estructura que en ellos está dañada sin remedio. * En los años 30, la célebre Eva Braun, amante de Adolfo Hitler, fue la primera mujer en tomar la píldora anticonceptiva, que es una invención alemana. * Los perfumes más caros son aquéllos que están hechos con rosas de Bulgaria. ¿La razón? Pues que dichas rosas se compran a razón de 2,500 dólares la libra, y que es necesario recolectar cuatro mil pétalos de ellas para obtener una sola libra de aceite de rosas. * La primera persona que se lanzó a las Cataratas del Niágara dentro de un barril fue una mujer, Annie Taylor. Lo hizo en 1901 y, curiosamente, no sabía nadar. Y aunque sufrió numerosas heridas pudo sobrevivir a su hazaña sin ningún hueso roto. Desde entonces han sido muchos los hombres que han realizado la misma proeza, pero ninguna mujer entre ellos.
