En su sentido literal Displasia significa que las células ya no son iguales a las normales, pero tampoco son iguales a las cancerosas, o sea que tampoco es un cáncer. Una displasia es el intermedio en el camino a convertirse en un cáncer. Los médicos siempre le han tenido mucho miedo a la displasia mamaria porque tiene altas posibilidades de llegar a ser un cáncer en cinco o diez años. Por lo mismo el abordaje de toda “pelotita” mamaria debiera ser la biopsia escisión abierta, lo que indica no sólo quitar un pedacito de la “bolita” para ver qué es, sino quitar toda la “bolita”.
En los últimos años se han identificado dos factores microscópicos que son indicativos de la propensión que tiene una pelotita de llegar a convertirse en cáncer y son: la presencia de atipias celulares y la presencia de proliferación celular.
LA ATIPIA CELULAR
Se dice que hay atipia cuando la célula pierde el patrón normal de formas y coloración. La célula se ve más delgada y su núcleo más gordito y más obscuro. Esta célula atípica va camino a ser un cáncer. Es el más importante factor de predicción de cáncer.
PROLIFERACIÓN CELULAR
La proliferación significa que hay muchas células dividiéndose simultáneamente. A estas células se les llama mitóticas. La presencia de células mitóticas es un indicio de un crecimiento anormal y desordenado, que si bien no es un cáncer, eleva la probabilidad de que esta mujer llegue a padecer uno.
AUTOEXAMEN MAMARIO
Se debe hacer el día séptimo después del inicio del sangrado menstrual, o en el caso de la mujer que ya no menstrúa (por histerectomía o por climaterio), se hace el día de su cumpleaños: si usted nació el 12 de febrero, entonces el día tres de cada mes se debe efectuar su examen, ¿Cómo se efectúa? Cierra con llave la puerta de su cuarto de baño, es un examen íntimo, se desnuda y se coloca frente al espejo, mire la simetría de la forma y el color. Bueno es darse cuenta que normalmente se tiene una glándula más grande que otra y ésta es una característica muy frecuente. Cualquier cambio “raro” que se presente debe motivar una consulta. Un cambio “raro” podría ser una piel que semeja la cáscara de una naranja, una retracción o hundimiento del pezón, un agrandamiento asimétrico en una glándula, una coloración mostaza o un amoratamiento de alguna área, o una digitación o hundimiento en cualquier otra región incluyendo la cola axilar de la glándula. Antes de terminar la observación frente al espejo, exprima el pezón para observar la salida de algún líquido. Si ve salir agua o leche no se asuste que puede ser normal. Pero si el líquido es sanguinolento, herrumbroso, verdoso o negrusco, consulte de inmediato a su médico.
Pasamos entonces a la palpación: entre a la ducha y mójese sus manos y sus senos y aplíquese jabón. Luego divida sus pechos imaginariamente en cuatro partes o cuatro cuadrantes teniendo como punto concéntrico el pezón. Ahora inicie la palpación con la mano contralateral al seno examinado, así mano derecha examina seno izquierdo y viceversa. El orden del examen debe indicarse en un cuadrante y seguir hasta completar los cuatro cuadrantes en el sentido de las agujas del reloj. La mama se debe explorar sólo con los tres dedos del centro de cada mano, excluyendo al pulgar y al meñique. Debe centrar su atención en dos cosas:
1. Masas palpables.
2. Puntos dolorosos.
Una masa palpable se refiere a una “pelotita” que puede definirse tridimensionalmente entre los tres dedos que examinan. Un punto doloroso es cuando al palpar un área específica, tal vez usted no logra tocar nada pero siente dolor, no hay “pelotita” pero sí hay dolor. 69 por ciento de todos los cánceres mamarios se presenta como una “pelotita”, 11 por ciento como puntos dolorosos, cinco por ciento como una secreción anormal del pezón y el 15 por ciento restante como una combinación de varios de los síntomas. Es muy importante que usted sepa que las lesiones mamarias que pueden detectarse en el autoexamen mamario y que son malignas, pueden detectarse hasta tres años antes con el uso de la mamografía. Así que ¿qué espera? Póngase en contacto con su médico e inicie a practicar regularmente su autoexamen mamario.