En el último viaje que tuvimos al Congreso Latinoamericano realizado en la ciudad de Quito, Ecuador. Tuvimos la fortuna de tener una conversación con la Dra. Andrea Jarrin. Master en Nutrición Clínica de la Clínica de Pichincha y me comentaba que, parece que con cada día que pasa, el mundo occidental tiene más y más prisa. Aunque a nivel profundo no se sabe muy bien a dónde pretende llegar, siempre nos encontramos con algo que hacer y que por supuesto ¡hay que hacer cuanto antes! Prisas para llegar al trabajo, prisas para estudiar, prisas por encontrar pareja, prisas, prisas y más prisas.
Lamentablemente, ni siquiera nuestra alimentación se ha salvado de este ritmo tan veloz y misterioso. Así, ahora ya podemos comprar en las tiendas de alimentación comida precocinada e incluso ya cocinada para llegar a casa y comerla rápidamente. También los restaurantes de comida rápida o la conocida “fast food” terminan por tener un gran peso en nuestros hábitos de comida.
Sin embargo, este tipo de alimentación no es nada saludable. Y quizá ya no tanto por los preparados y sus ingredientes en sí, sino por la rapidez en que los ingerimos, de hecho deberíamos masticar unas 20 veces cada pedazo que nos llevamos a la boca. Sería bueno que le echaras un vistazo a estos puntos que te demuestran la importancia de comer despacio. Además, piensa que si comes más despacio, llegas a saciarte mucho más con la comida por lo que puede ayudarte también a cuidar tu silueta.
En la boca: nuestra saliva tiene una función antibacteriana en el sentido que al darle muchas vueltas a la comida en la boca, facilitamos que la segregación de ésta que elimina numerosas bacterias que pueden venir en la comida. Además nos ayuda a tragar mucho mejor.
En el intestino y el estómago: si masticamos muchas más veces la comida, nos permitiremos una digestión mucho más saludable y ligera. Además es necesario también comer poco a poco para ir despertando poco a poco y de una forma natural nuestros jugos gástricos que serán los que nos ayuden a asimilar las propiedades de los alimentos. Por otro lado también estaremos cuidando la salud de nuestro estómago que evitará así los tan dolorosos y molestos trastornos digestivos.
En el cuerpo: si se ingieren demasiado rápido los alimentos y sin masticar adecuadamente se le impedirá al cuerpo que absorba muchos de los nutrientes. Así que por ejemplo, si nos comemos una deliciosa ensalada llena de vitaminas y minerales sin apenas masticarla, de nada nos servirá.
A veces no nos damos cuenta que cuando somos mujeres y más aun si estamos en menopausia estos pequeños detalles sí hacen una gran diferencia.
La mujer que está pasando estos cambios normales del cuerpo tiene que tener conciencia de su alimentación, pero no sufrir por ello. Están en la mejor etapa de la vida y hay que disfrutarla y gozarla.
Simplemente tener conciencia de cómo está comiendo, como está digiriendo porque para nutrirnos es indispensable que estemos absorbiendo de cada alimento los nutrientes respectivos sino es igual que nada.
La idea de la alimentación es darnos energía y nuestro intestino es la licuadora o el traductor que ayuda a traducir algo de español a chino si no no va ni para adentro ni para afuera y ahí empezamos teniendo problemas en nuestro cuerpo.
“Somos lo que comemos” y necesitamos cubrir nuestras necesidades según cada individuo. Cada mujer es un ser aparte y todo se debe aconsejar según su edad, género, peso y talla, entre otros factores; como tener una variedad de alimentos en nuestro plato ya que a esta etapa de la vida necesitamos mucho más vitaminas y minerales (frutas y vegetales) y menos carbohidratos sobre todo refinados y grasas saturadas ya que nuestro metabolismo que va de la mano con nuestra licuadora.
Hay que aprender a tener un poco de creatividad en nuestra alimentación y variar nuestro aporte de alimentos. En Latinoamérica tenemos tanto de donde escoger.
Por ejemplo:
Se ha demostrado que la soya, fuera de su valor nutricional tradicional altamente conocido, contiene dos isoflavonas: genisteina y diadzeina, llamados fitoestrógenos. Los fitoestrógenos de la soya NO pueden sustituir a los estrógenos que produce el cuerpo, pero como apoyo nutricional puede ayudar equilibrar una menor producción de estrógenos.
A continuación algunos tips acerca de la menopausia.
Menopausia:
Cambios hormonales, requieren adaptaciones en la alimentación de la mujer:
Por ejemplo sabemos que los cambios hormonales marcan el inicio de la pérdida de hueso por eso la ingesta aumentada de calcio protege al hueso.
Durante la menopausia se aconseja una ingesta de 1500 mg/d, en el caso de no recibir hormonas de reemplazo y 1000 mg/d. si se recibe.
Es importante saber que la mujer en esta etapa de vida tiene un metabolismo mucho más lento y por ello es importante que:
Consuma menos energía y grasas.
Adecuado aporte de:
Proteínas.
Vitaminas del Complejo B.
Hierro y calcio.
Recomendaciones generales:
No olvidemos que un alto porcentaje de enfermedades se originan en una falta sostenida de algún nutriente esencial. Por eso es necesario comer lo más variado posible, sin excesos de ningún tipo y complementar con vitaminas, aminoácidos y minerales nuestra dieta.
Intenta mantener la mayoría de los días una alimentación balanceada. Así podrás darte un gustito un día.
Varía las preparaciones de tus platos.
Utiliza menos grasa: estofados, al jugo, al vapor, a la plancha o al horno
Haz de tus ensaladas una comida completa llena de fibra y vitaminas. Añadiéndole pedacitos de pollo, jamón, salchichas o huevo
Toma ocho vasos de agua al día.
Para mantener en forma tu cuerpo practica ejercicio regularmente.