La osteoporosis es uno de los trastornos más importantes relacionados con la edad; este padecimiento causa en el paciente dolor, deformidades y pérdida de independencia, además de que aumenta el riesgo de mortalidad.
Hasta hace poco muchos clínicos veían a la osteoporosis como una consecuencia “normal” de la edad y, por lo tanto, no se le trataba. Sin embargo en la actualidad esta condición está siendo reconocida por la comunidad médica como una enfermedad grave e incapacitarte, que implica un gran esfuerzo para diagnosticarla y tratarla. Por fortuna se han realizado varios estudios para entender la fisiopatología de la osteoporosis, lo que ha redundado en el desarrollo de un nuevo grupo de fármacos para su tratamiento, los cuales son capaces de modificar su curso. Aunado a ello, los factores de riesgo de osteoporosis ya han sido identificados por los médicos, quienes ahora pueden laborar correctamente a las pacientes de alto riesgo.
La prevención es la estrategia más efectiva, así como la educación de los pacientes y la identificación temprana de los individuos que presentan un riesgo elevado para esta enfermedad; ello permite anticiparse y reducir sustancialmente los altos costos.
Uno de los principales propósitos es proporcionar información lo más actualizada posible a los obstetras y ginecólogos acerca de la osteoporosis, su fisiopatología, los factores de riesgo, el diagnóstico y las opciones de tratamiento. Esta información es vital para médicos de primer contacto a los que acude la mujer de mediana edad.
Hoy por hoy el ginecólogo y el obstetra se están perfilando como proveedores de cuidados de primer orden en este grupo. La paciente que visita a su ginecólogo y obstetra, lo hace bajo la perspectiva de que éste es el médico de consulta regular. Por esta razón el médico está en una posición privilegiada para instituir un tratamiento efectivo y prevenir enfermedades, así como para promover una buena calidad de vida para sus pacientes, quienes, al mismo tiempo, esperan que su médico esté preparado y les dé el tratamiento y orientación adecuados.
En relación con la osteoporosis, el médico ha enfocado sus esfuerzos tradicionalmente en la prevención. Las pacientes a las que se les diagnosticaban osteoporosis por lo general eran enviadas a otros especialistas (como traumatólogos, endocrinólogos o internistas) para su manejo. Sin embargo, como médico de primer contacto, las pacientes esperan que su ginecólogo les proporcione más opciones terapéuticas.
Asimismo, es obligación del médico estar más alerta y no esperar que los síntomas de osteoporosis o sus consecuencias (fracturas) se presenten para instituir farmacoterapia que ayude a reducir la pérdida ósea.