Las personas que sean sorprendidas manejando un vehículo robado serán encarceladas aunque no hayan tenido nada qué ver con el hurto.
El Siglo de Durango
Por manejar una motocicleta robada va a parar a la cárcel; de acuerdo con lo determinado el pasado miércoles por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “toda persona que sea detenida conduciendo un vehículo con reporte de robo debe ser acusada de este delito sin necesidad de comprobar que es cómplice o integrante de un grupo de delincuentes que se dedique a esta actividad”.
Martín Vargas Casillas, de 29 años, está a disposición de la Dirección de Averiguaciones Previas (DAP), ya que fue detenido por elementos de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) paseando campantemente en una motocicleta Bajaj, de color rojo, sin placas de circulación, modelo 2003, la cual fue reportada como robada en días pasados.
La detención se llevó a cabo en una de las calles de la colonia México, sector donde tiene su domicilio el aprehendido, quien manifestó en su defensa que a él le empeñó el vehículo en mil pesos Juan Carlos López, hermano de quien la reportó como robada.
Por su parte, el denunciante comentó que el hurto se presentó cuando dejó la moto estacionada en las calles Coahuila y Durango, de la colonia México, y no sabe nada de que su hermano la haya empeñado.
ESTRICTAS SANCIONES
La Primera Sala de la Corte estableció que basta estar en posesión o custodia de un vehículo robado para que proceda la acusación por dicho delito.
Una persona puede ser acusada sin necesidad de que se demuestre si participó en el robo, si fue cómplice o si tiene vínculos con delincuentes y la pena puede ser de dos a diez años de prisión, habiendo atenuantes para las personas que adquieren el bien de buena fe y omiten verificar que el vehículo sea de procedencia legal.
Recuperan dos automóviles; les faltaba el equipo de sonido
Elementos policiacos recuperaron dos vehículos que habían sido reportados como robados; uno de ellos fue localizado por agentes de la Procuraduría Estatal en el barrio de Tierra Blanca y el otro en la colonia Ejidal.
El primero, localizado en la calle Bravo, es un Dodge, tipo Stratus, modelo 1995, de color gris, propiedad de Édgar Leobardo Carrillo, a quien se lo robaron el 16 de marzo de las calles 5 de Febrero y Heroico Colegio Militar.
El segundo de los automotores recuperados es un Nissan, de la línea Áltima, de color blanco, modelo 1993, mismo que le fue robado a Gerardo Calderón Ríos el pasado 10 de abril, del fraccionamiento Domingo Arrieta. A ambos vehículos sólo les faltaba el equipo de sonido.
