La vida silvestre es toda la variedad de plantas animales y microorganismos que vemos y aun, los que no alcanzamos a ver cuando vamos al monte o campo, en la actualidad son pocas las especies que podemos apreciar (haga un recuento de las plantas, animales y organismos que no descifro, si eran animales o plantas y cada vez es menor el número de nuestro conteo), esto se debe a la presión que recibe constantemente nuestro entorno como consecuencia de la expansión de las actividades humanas, todas ellas de alguna manera impactan el ambiente y su vida silvestre.
La Ley General de Vida Silvestre (promulgada en el año 2000), la autodefine como “los organismos que subsisten sujetos a los procesos de evolución natural y que se desarrollan libremente en su hábitat, incluyendo sus poblaciones menores e individuos que se encuentran bajo el control del hombre, así como las poblaciones ferales (son aquellas poblaciones domésticas que escapan al control del hombre y se establece en el hábitat natural de la vida silvestre). Este concepto comprende la flora, fauna, hongos y microorganismos que forman parte de los ecosistemas en que viven y se desarrollan, todos interactuando y dependiendo de manera permanente entre sí”. La anterior definición obedece a la necesidad tener un concepto claro, dadas las implicaciones prácticas que tiene en lo legal, administrativo y educativo. De manera general se piensa que “vida silvestre” es sinónimo de “plantas del monte” sin ninguna utilidad, fauna o animales objeto de las actividades de caza (fauna cinegética), esto es erróneo.
En algunas regiones del país, sobre todo en el noreste, el interés por el manejo y aprovechamiento organizado de la vida silvestre, ha motivado el desarrollo de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA´s), en las cuales, un considerable número de ganaderos involucra con bastante éxito el manejo y administración de las poblaciones de fauna silvestre como el venado cola blanca, puma, oso negro, guajolote, paloma ala blanca, codorniz y un sinnúmero de aves canoras. Además de conservar y restaurar su hábitat, como una alternativa complementaria a las actividades ganaderas en sus ranchos. Con magníficos resultados, los dueños de los ranchos han comprobado que es mejor negocio que la ganadería, la conservación de venado y otras especies. Esto se explica de manera sencilla, si la fauna silvestre que se encuentra en el territorio de una persona es considerada su propiedad, esa persona estará más motivada a cuidar esos animales. Pensando que son un negocio para él.
Como caso contrario, tenemos lo que está sucediendo en los valles de La Calavera y El Hundido, en donde la vida silvestre, no es importante para los dueños de ranchos, ya que su hábitat se ha remplazado por cultivos de alfalfa, afectando los acuíferos y sobre todo a los humedales del “Área Natural Protegida de Cuatrociénegas”. Si reflexionamos nos damos cuenta que esto no sólo ocurre por allá, también en algunos otros lugares más cercanos a nosotros como es esta Comarca Lagunera. Pensemos: ¿Cuántas y cuáles lagunas existen aún? ¿Qué ha pasado con ellas? de pronto desaparecieron las Lagunas de Mayrán y Viesca, entre otras y sólo nos quedó el recuerdo o el nombre Región Lagunera y lo más grave es, que ya nos acostumbramos a tener una Comarca Lagunera sin lagunas. ¿Acaso algo similar va a ocurrir en Cuatrociénegas?
La restauración de los ecosistemas laguneros, es una alternativa para mejorar la calidad de vida ambiental de todos los que habitamos en esta región. Lo podemos logran empezando por conservar, impulsar e incrementar la superficie de las dos áreas naturales protegidas con que cuenta La Laguna, que son: la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco y el Parque Estatal Cañón de Fernández. También, impulsar el manejo y conservación de los recursos de la región, mediante el establecimiento de UMA´s de tipo no-extractivo, en las cuales el manejo y aprovechamiento de la vida silvestre se realiza mediante un plan de manejo supervisado por la Semarnat y regulado por la Ley General de Vida Silvestre.
Si la vida silvestre se retira o desaparece del área, con ella se extinguirán de manera definitiva muchas de las especies que la integran, se perderá la diversidad biológica de estos importantes ecosistemas y su capacidad para amortiguar y regular los cambios ambientales y con ella la biodiversidad de la región, que es su riqueza biológica.
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