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A la ciudadanía| Productores de ríos secos

José Luis Blando Navarrete

Recuerdo que cuando estudié geografía en la primaria, me hablaron de los ríos más importantes de México, entre ellos el Nazas y el Aguanaval. Con la imaginación propia de esa edad los imaginaba ríos caudalosos, ricos en variedades de peces, con riberas pobladas de grandes y frondosos árboles así como de abundante vegetación favorable para la fauna propia del lugar. Sin embargo, esta imagen de postal nada tiene que ver con la realidad actual de estos deteriorados ríos: cauces secos, márgenes áridas. Lo que venimos observando a partir de algunas décadas son lechos estériles que se usan como tiraderos de muy diversos desechos y contaminantes (como llantas y químicos, entre muchos otros). Ante este panorama me pregunto frecuentemente: ¿qué significado tiene para nosotros la pérdida de nuestros ríos? ¿por qué aceptamos su muerte como algo natural?

El Nazas y el Aguanaval se siguen contando en fuentes de información como el INEGI, entre los cincuenta ríos más grandes de México, con 560 y 500 kilómetros de longitud respectivamente, formando una de las treinta y siete cuencas hidrológicas más importantes del país. Se caracteriza como un sistema cerrado (endorreico), es decir que no vierte sus aguas al mar sino en las llanuras desérticas de Coahuila, constituyendo las lagunas de Mayrán y Viesca. En el pasado, este sistema de humedales fue el hábitat para numerosas especies de flora y fauna silvestre (acuática y terrestre) haciendo posible el establecimiento de grupos humanos.

A lo largo de la historia, los ecosistemas ribereños, al proporcionar agua para el consumo humano y sostener actividades agrícolas, ganaderas e industriales, han favorecido el surgimiento de ricas culturas. Paradójicamente, cuando estas culturas se olvidan de esa relación ponen en riesgo su continuidad. En nuestra región todavía son muchas las personas que recuerdan con nostalgia y preocupación cuando el Nazas y el Aguanaval eran auténticos ríos proveedores de vida y bellos paisajes.

¿Qué se puede hacer para recuperar la salud ecológica de los ríos? Restablecer el ciclo hidrológico. ¿Cómo? Restaurando las masas boscosas de las partes altas de la cuenca. Son los bosques, recordemos nuestras clases sobre el ciclo del agua, los encargados de capturar la humedad atmosférica que se condensa, después desciende en gotas de agua que forman primero pequeñas corrientes y después el torrente del río. A su vez, éste va recargando los diferentes mantos freáticos (acuíferos) del sistema diluyendo las sales del suelo mejorando así su calidad, incrementando los volúmenes de las norias, restableciendo los bosques de galería y humedales en la parte baja completando el ciclo con el retorno del agua a la atmósfera en forma de vapor de agua. Este principio básico puede ser retomado con elementos técnicos disponibles en la actualidad.

No sólo los avances en la tecnología pueden traducir en realidad la recuperación del Nazas y el Aguanaval. También nuestra visión sobre las amenazas que el deterioro ambiental provoca, nuestra participación en ese abuso, pero al mismo tiempo la posibilidad y capacidad propositiva para demandar y participar en acciones tendientes a su recuperación. Por ejemplo en la recolección de basura, reforestación, remoción de obstáculos a la libre circulación del agua y evitar la sustracción de materiales (como arena, gravas y tierra). En este sentido, también es importante la comunicación que logremos con autoridades para que se sensibilicen ante la compleja problemática que se genera al realizar obras tales como la construcción de canales revestidos. Intervenciones como éstas requieren de caminos para el traslado de maquinaria y materiales destruyendo la cubierta vegetal.

¿Tendrá que transcurrir otro siglo para que los ríos vuelvan a conducir agua por sus cauces que alberguen peces, los bosques de galería sean el refugio de gran variedad de aves, en resumen que la biodiversidad y la salud ecológica de la cuenca se restablezcan? 0 por el contrario ¿nos acostumbraremos a entender por río lechos secos convertidos en basureros?

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