Un asesino israelí ha logrado el traslado a una cárcel de su país natal, sin saber que le supondrá al menos siete años más entre rejas, informa el diario "Haaretz".
El convicto, Yaniv Malka, fue sentenciado a cadena perpetua en el Reino Unido por haber matado a su pareja, la modelo y actriz Kadamba Simons.
Allí comenzó a purgar su pena hasta que solicitó el traslado a una cárcel de su país al desconocer que, en Israel, su pena de por vida sólo puede ser conmutada tras veinte años entre rejas, siete más que en el Reino Unido.
"Sus padres se equivocaron" al pedir el traslado de su hijo a Israel "porque habían sido mal asesorados legalmente", explica la abogada de Malka, Tami Olmen.
"Le querían cerca, en Israel, visitarlo, pero no preguntaron a un abogado o comprendieron las consecuencias" de su demanda.
Por ello, Malka se dirigió al Tribunal Supremo de su país para aclarar que desconocía las desventajas del traslado, algo que niegan funcionarios israelíes citados por el rotativo.
Estos últimos precisan que el recluso recibió una carta en inglés subrayando que en Israel no podría pedir la libertad tras trece años en prisión.
Malka, dicen sus familiares, no entendió la misiva porque tiene un pobre nivel en esa lengua.
Las autoridades israelíes recuerdan, en cualquier caso, que Malka está sentenciado a cadena perpetua y "eso es lo que está cumpliendo".
"Israel no ha ampliado ninguna condena ni violado ningún acuerdo internacional que haya firmado", agregan.
