El espacio presentará testimonios, fotografías, y más fuentes para que cada quien haga su propia lectura del movimiento estudiantil.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Testimonios, notas periodísticas de medios nacionales y extranjeros, fotografías, videos y audios son algunas de las fuentes documentales históricas que exhibirá el Memorial de 1968, que abrirá sus puertas este 2007.
Sergio Raúl Arroyo, director del Centro Cultural Tlatelolco, donde se ubicará ese espacio, explicó que la idea del Memorial es que la gente haga sus propias lecturas sobre el movimiento estudiantil de 1968.
?Como todos los procesos históricos, el movimiento tiene varias vertientes, hay quienes lo ven exclusivamente desde la perspectiva política, hay quienes lo ven desde el punto de vista cultural y hay quienes ven en el del 68 un movimiento que realmente incide en la vida cotidiana del país?, expuso en entrevista.
Entonces, continuó, esos perfiles dan diferentes niveles y dimensiones históricas que van renovando las lecturas de lo que es no solamente el movimiento sino que obliga a una especie de reinterpretación de la historia reciente de México.
Arroyo, quien fuera titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, expuso que el diseño del memorial se hizo a principios de 2006 a iniciativa de la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de las autoridades del Gobierno del Distrito Federal.
Lo anterior, luego de la donación de la autoridad local a la máxima casa de estudios del edificio que fuera por 40 años sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en Tlatelolco, donde abrirá sus puertas el centro cultural a mediados del año que inicia, precisó.
Expuso que la estructura del memorial está dividida en cuatro tiempos, el primero se refiere a los antecedentes sociales de 1968, que se remontarían a 1929 con la autonomía universitaria, así como a movimientos gremiales, como el ferrocarrilero y del magisterio.
?No queremos hacer del 68 un movimiento aislado, empezado de cero, pues tiene una serie de antecedentes en un país que tenía una vertiente autoritaria muy pronunciada. Entonces es importante hacer este recuento, digamos social, de la historia sobre los movimientos en el país?, enfatizó.
El segundo momento, explicó el también etnólogo, abarca los movimientos sociales que se generaron en el extranjero en esa misma época, como el de la libertad de expresión, en el Campus de la Universidad de California, en Berkeley.
Asimismo, el movimiento estudiantil de la Universidad de la Sorbona, en París, o el de la Primavera de Praga, en la República Checoslovaca.
Aclaró que esa información no será el punto central del memorial, pero son datos que no se pueden omitir pues representan un momento muy importante de la historia moderna del mundo.
El tercer momento, continuó, será el entorno cultural que prevalecía en ese tiempo, como la aparición del ?hipismo?, el rock y la contracultura, que fueron elementos que se dieron no sólo en México y forman parte de la etapa de ruptura con diferentes connotaciones.
Luego, añadió, se tiene la idea de no circunscribir el movimiento de 1968 al dos de octubre, sino hacerlo como una corriente amplia que corresponda a un proceso histórico social mucho más extenso y que permita hacer una reflexión sobre las consecuencia que tuvieron las medidas tomadas en ese momento.
?Es un movimiento que cambió formas de pensar en un sector de la sociedad sobre las formas diferentes de ver el mundo, esta parte nos ha parecido fundamental, pues sin eso el 68 sería como un movimiento cerrado en sí mismo y lo que vemos en realidad, es que transformó las formas de relacionarse con el mundo de muchas personas?, enfatizó.
Al abundar sobre el proyecto, el director del Centro Cultural Tlatelolco reveló que uno de los elementos más importantes que integrarán el memorial será el testimonio grabado de los principales actores del movimiento estudiantil mexicano.
Entre ellos, Raúl Álvarez Garín, Gilberto Guevara Niebla, Roberto Escudero, Marcelino Perelló, David Huerta y Jorge Juanes, asimismo, se incluyen testimonios de artistas e intelectuales como Carlos Monsiváis, Mario Lavista y José Agustín.
Explicó que a lo largo de 2006 se hicieron levantamientos de testimonios de personalidades que estuvieron vinculadas al movimiento, algunos de ellos relativos a su historia, para un total de alrededor de 100 horas de filmación.
Asimismo, se recolectaron alrededor de cinco mil fotografías y 60 horas de grabaciones en audio, proporcionadas principalmente por Radio UNAM, así como notas periodísticas generadas en aquella época, tanto de radio, como de televisión y prensa escrita.