El presidente colombiano Álvaro Uribe (izq.) se reunió ayer con el profesor Gustavo Moncayo (der), en la Plaza de Bolívar de Bogotá. (EFE)
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, anunció ayer que acepta una “zona de encuentro” provisional, por 90 días, para definir un acuerdo humanitario que derive en la libertad de los secuestrados por la guerrilla de las FARC.
“Si las FARC liberan a los secuestrados con la participación de la comunidad internacional, el Gobierno acepta una zona de encuentro para pactar la paz en 90 días con las FARC”, dijo Uribe en acto público en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
Uribe hizo el anuncio al responder a unas preguntas de personas que asistieron a la Plaza para presenciar el encuentro del presidente con el profesor Gustavo Moncayo, que concluyó ayer en la capital colombiana una marcha por la liberación de un hijo suyo, cabo del Ejército, secuestrado hace casi diez años por las FARC.
Uribe dijo que confía en que tras su encuentro con el profesor Moncayo, quien recorrió medio país a pie en la búsqueda de la libertad de su hijo y de decenas de secuestrados de las FARC, las convicciones “correspondan al superior interés de la Nación”.
Uribe llegó a la céntrica Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, para su anunciada cita con Moncayo, acompañado por el vicepresidente Francisco Santos, varios ministros, el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo y fuertemente escoltado.
El gobernante permaneció 40 minutos en el lugar, a la espera del padre del cabo del Ejército, Pablo Emilio Moncayo, quien asistió previamente a un oficio religioso.
Uribe aprovechó para hablar con periodistas, a quienes señaló que él quiere “escuchar con el corazón” a Moncayo y agregó que también esperaba exponer sus “puntos de vista” respecto al acuerdo humanitario que solicitan los familiares de los secuestrados.
El presidente señaló que “una cosa es él (Moncayo) y otra son los bandidos”, al aludir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y subrayó que “la perseverancia en la seguridad es el camino de la paz”.
Moncayo caminó casi 900 kilómetros en 46 días, desde Sandoná, su pueblo en el departamento de Nariño, suroeste del país y llegó ayer a Bogotá, ciudad que le tributó un multitudinario recibimiento.
En la Plaza de Bolívar también se encontraba el policía John Frank Pinchao, quien permaneció casi nueve años en poder de las FARC y escapó en abril pasado tras caminar en la selva durante 17 días.
En la cita de ayer también estuvo presente el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araujo, quien también permaneció secuestrado durante casi seis años por las FARC, de las que se escapó en diciembre pasado.
Araujo declaró su “admiración, solidaridad y afecto” por Moncayo y por el esfuerzo hecho durante años y calificó su caminata de “acto ejemplar” para toda la nación.
