Aclara la Profepa que no todos los residuos hospitalarios son considerados biológico-infecciosos, mucho menos peligrosos.
El Siglo de Durango
El 90 por ciento de los hospitales privados de Durango se han adherido al Programa de Auditoría Voluntaria, lo que ha facilitado a Profepa la regularización de los procesos de recolección de residuos biológico-infecciosos.
“En donde tenemos realmente la gran actividad en lo que se refiere a los residuos biológico-infecciosos es en los hospitales y nosocomios del sector público”, dijo Paulino Córdova Quiñones, delegado de Profepa en Durango.
Y es que mencionó que en este ámbito del sector oficial las instituciones de salud han empezado a trabajar para incorporarse al Programa de Auditoría Voluntaria, pero todavía no hay importantes resultados en la generalidad.
El Delegado en Durango de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Paulino Córdova, señaló que por esa razón hay pláticas permanentes con las autoridades del sector salud de los tres niveles de Gobierno.
Indicó que con la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) las pláticas van muy avanzadas y es posible que tres o cuatro instalaciones del IMSS pudieran acceder al Programa de Auditoría Ambiental Voluntaria.
“Pero también estamos cerrando el círculo en este sentido, pues no solamente visitamos a los hospitales, sino también a la empresa que les presta los servicios de recolección y confinamiento de este tipo de residuos”, informó.
Córdova dijo que está en contacto permanente para evitar al máximo que en el basurero municipal haya la recepción de este tipo de residuos peligrosos, lo cual se ha dado con el total apoyo del Ayuntamiento, sobre todo por el programa que le permitió la certificación ambiental.
El funcionario federal reconoció que en la búsqueda de este certificado expedido por la Profepa, el Municipio hace un trabajo y una revisión exhaustiva sobre todos los desechos que llegan al basurero.
Además de ello, Paulino Córdova dio a conocer que se ha dado una capacitación especial a los operadores de los camiones recolectores.
Sin embargo, admitió que los tiraderos municipales de Pueblo Nuevo y Gómez Palacio sí han tenido problemas y se les iniciaron procedimientos porque a raíz de una denuncia pública se les detectaron residuos peligrosos, no propiamente biológico-infecciosos, pero sí de un material relacionado con ello.
Aclaración
La Delegación de Profepa dejó claro que no todos los desechos hospitalarios son considerados biológico-infecciosos, y por ende no son considerados de peligro.
En ocasiones, la gente denuncia que hay gasas, jeringas o sangre entre basura común, pero eso no es indebido ni tampoco tiene un control especial de parte de las autoridades ambientalistas, aclaró la Profepa.
Puntualizó que en casos como las jeringas, el único componente que se considera peligroso es la aguja, y es ésta la que tiene un tratamiento especial.