Eduardo Medina Mora, procurador General de la República, reconoció el vínculo existente entre los narcos mexicanos y el grupo colombiano de las FARC. (Archivo)
Los gobiernos de México y Colombia reconocieron que todos los cárteles mexicanos tienen relación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), consideradas la mayor organización narcotráficante del país sudamericano.
El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Eduardo Medina Mora, y el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos Calderón, coincidieron en que las FARC no discriminan y hacen negocios relacionados con el tráfico de estupefacientes con todos los cárteles mexicanos.
Medina Mora reconoció que el grupo armado dejó sus motivaciones, esencialmente políticas, y se inmiscuyeron en actividades que van desde el cultivo, producción de drogas, principalmente cocaína, hasta su distribución hacia México.
En el marco del foro Seguridad y Derechos Humanos: Base para el progreso en Colombia y México, el abogado de la Nación añadió que los vínculos de las organizaciones criminales mexicanas con las FARC han existido desde hace tiempo pero en últimas fechas se ha incrementado.
Mencionó que la comercialización de droga hacia México "no es monolítica y no sólo se relacionan con un sólo grupo", uno de los cuales son las FARC, vínculo que incluso está documentado ministerialmente.
A su vez, Santos Calderón refirió que desde la década de los 80 la principal actividad de las FARC ha sido la producción y compra-venta de drogas, así como el envío de estupefacientes a México para su comercio en Estados Unidos y de Brasil para Europa.
Insistió que para las FARC no hay discriminación en lo que se refiere a negocios con cárteles mexicanos pues para ellos "no hay grupos de excepción" y su único objetivo es la rentabilidad económica.
Santos Calderón explicó que el grupo armado colombiano tiene el control sobre la zona del Pacífico de su país que le hace más fácil enviar drogas a México, operación que incluso se lleva a cabo hasta en 72 horas.
Afirmó que en ese lapso la comercialización de drogas con México implica toneladas que son enviadas vía área, marítima y terrestre, mientras sus líderes hacen relaciones comerciales con los capos mexicanos como lo llevan a cabo desde los 90.
