ALERTA| HAY QUE DETECTAR Y COMBATIR LA HIPERTENSIÓN.
El cuidado de este órgano es una misión que debe cumplir toda la gente, pues es un hecho que los males cardiacos cobran muy caro los descuidos.
EL UNIVERSAL
Las investigaciones científicas han demostrado que los ácidos grasos poliinsaturados son fuente de protección para el corazón, sin olvidar que en la prevención de las enfermedades cardiacas, una dieta baja en grasas y sodio, y el ejercicio, juegan un papel muy especial.
Expertos dicen que algunos de estos males podrían evitarse si se controlan factores de riesgo con medicamentos adecuados y un cambio en el estilo de vida. Para empezar, hay que detectar y combatir la hipertensión, que eleva el deterioro de la salud por sus efectos nocivos en las arterias y el corazón.
La arteriosclerosis
Nadie, alertan, debe perder de vista que la hipertensión, que es el aumento de forma crónica de la presión arterial, es una enfermedad que no da síntomas y sí puede dar lugar a una complicación severa como un infarto de miocardio, hemorragia o una trombosis cerebral.
Advierten que sus consecuencias iniciales las sufren las arterias, al endurecerse a medida que soportan la presión alta de forma continua, haciéndose más gruesas y dificultando el paso de la sangre. A este problema se le conoce como arteriosclerosis.
Las consecuencias son letales. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación llaa la atención sobre que la obesidad, el sobrepeso, el tabaquismo, la inactividad y el sedentarismo elevan los niveles de colesterol total, la presión arterial, y todo esto disminuye la eficiencia del trabajo del corazón.
Y es que el colesterol, que es esencial para la vida de las células y es producido por el propio organismo como mecanismo para almacenar grasas en la sangre, se convierte en una amenaza para la vida cuando su presencia es excesiva.
Control
Los expertos dicen que los factores de riesgo para el corazón son hereditarios y el entorno puede influir en los padecimientos, pero es posible que con una modificación de los hábitos se pueden evitar accidentes vasculares. Con ello, al mejorar el control y manejo de la hipertensión se reducen sustancialmente las tasas de mortalidad cardiovascular. Los valores límite normales son 140 mm de Hg para la presión arterial sistólica y 90 mm de Hg para la diastólica.
Laboratorios Merck han respaldado la investigación y el desarrollo de corabion, un fármaco cuya fórmula protege y mejora la función del endotelio, una capa de células que cubren la pared vascular, vía la combinación exitosa de aminoácidos, ácidos grasos y antioxidantes.
Este medicamento refina el funcionamiento vascular del paciente con riesgos cardiovasculares, mejora la vaso-dilatación, reduce la adhesión celular del exceso de grasas y es un potente antioxidante, lo cual disminuye el riesgo de enfermedades coronarias y muerte cardiovascular.
El fármaco reduce la presión arterial gracias a los ácidos grasos poliinsaturados, que son parte de su fórmula, y se hallan en pescados como salmón, arenque, trucha, sardina y atún, así como en las vitaminas C y E, que se relacionan con la presión sistólica y diastólica.