PERSPECTIVA | BUSCAN DAR SU PROPIA VISIÓN DE UNA CINTA
Cada vez son más las estrellas que cruzan el abismo de la cámara y prueban su talento como directores.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Por curiosidad, osadía o exceso de talento muchos son los actores que experimentan el cine desde otra perspectiva, en la silla del director orquestando un ejército de camarógrafos, actores, guionistas y ensayando otra forma de comunicarse con el público. En antaño, Charles Chaplin, Buster Keaton, Orson Welles, Jerry Lewis y los hermanos Marx traspasaron la frontera de la actuación demostrando grandes dotes. En meses recientes sobresalen los nombres de Clint Eastwood, Mel Gibson, George Clooney y Robert De Niro pero les precede una larga lista de actores-directores con obras dignas de mención.
La inquietud artística no está limitada por la geografía, ahí están los italianos Ugo Tognazzi con Los Viajeros del Atardecer; Nino Manfredi con Las Tentaciones de Benedetto; Vittorio Gassman con Di Padre in Figlio o Alberto Sordi y Un Italiano en Londres. De Francia, desde Alain Delon con Por la piel de un Policía hasta Gérard Deparideu y El Tartufo.
En Reino Unido, Kenneth Branagh con Morir Todavía y Hamlet. En México, desde Emilio ?Indio? Fernández, actor de 87 películas y director de casi 42 que abarcan Enamorada hasta el caso de Alfonso Arau, de protagonista en Las Locuras del Rock and Roll a la sensación de Como Agua para Chocolate.
De España, Achero Mañas actor en La Ley de la Frontera y director de El Bola. De Perú, Fernando Fernan Gómez con La Vida Alrededor o de Japón, Takeshi Kitano con su Violent Cop y Takashi Miike en Hostel.
Tampoco es cuestión de género cinematográfico. Están los reyes de la comedia, desde Buster Keaton y La Generala hasta Ben Stiller y su Zoolander pasando por Gene Wilder y La Chica de Rojo, Billy Cristal y Olvídate de París, Danny DeVito y La Guerra de los Roses, Tom Hanks y Eso que tú Haces; Eddie Murphy y Las Noches de Harlem Nights, Dan Aykroyd y Nothing But Trouble o Bill Murray y Quick Change.
Leyendas de la actuación dramática llámense Laurence Olivier al frente de Hamlet, Marlon Brando con El rostro petrificado, George C. Scott y su Rage, Burt Lancaster con El Hombre de Kentucky, Alan Alda y Las Cuatro Estaciones o John Wayne con El Álamo.
Sin olvidar a Charles Laughton y la inigualable La Noche del Cazador, Dennis Hopper y la sorprendente Easy Ryder, las nueve películas de Sidney Poitier que incluyen Buck and the Preacher y Fast Forward; las cinco de Paul Newman, desde Rachel, Rachel hasta The Glass Menagerie; las nueve de Gene Kelly que incluyen Hello, Dolly!; las cuatro de Robert Duvall destacando El apóstol o las tres de Sean Penn, con Rebelde de día, rebelde de noche, Cruzando la oscuridad y El Juramento.
Rostros ligados al cine independiente se abren a otra vertiente con rasgos notables de autoría: Tim Robbins con Ciudadano Bob Roberts y Pena de Muerte. Billy Bob Thornton, El Otro Lado de la Vida y Todos los Caballos Bellos. Steve Buscemi con Animal Factory o Gabriel Byrne y The Lark in the Clear Air. Tim Roth con Zona de Guerra o John Turturro con Iluminata. O perfiles identificados con títulos más comerciales que pasan decorosamente la prueba: Kevin Spacey y Albino Alligator, Gary Oldman y Los Golpes de la Vida, Jack Nicholson y Los dos Jakes, Edward Norton con Más que amigos hasta Sylvester Stallone quien se ha dirigido a sí mismo en Rocky 2, 3 y 4.
Algunos resultan mejores detrás de cámaras como Roman Polanski a quien preferimos dirigiendo El Inquilino que explorando sus capacidades para la comedia en La Danza da los Vampiros o a John Huston construyendo El Halcón Maltés que haciéndose odiar como el padre incestuoso de Barrio Chino sin olvidar a John Cassavetes quien debutó como actor en 1951 y ocho años después combinaba las dos facetas.
Pocos los elegidos
Sólo un grupo privilegiado de actores han sido reconocidos por la Academia en la categoría de mejor director.
CLINT EASTWOOD
Como actor de más de 70 filmes se caracterizó por su rostro imperturbable y diálogos escasos. De Harry el Sucio al spaghetti western El Bueno, el Malo y el Feo. En 1992 con Los Imperdonables, su película 16, ganó el Oscar al mejor director y mejor película, hazaña que repitió con Golpes del Destino en 2004. A eso suma nominaciones en los mismos rubros de Río Místico en 2003 y Cartas de Iwo Jima en la edición 2007.
MEL GIBSON
El público lo conoció bajo la identidad de Mad Max, el héroe post- apocalíptico. En 1992 debutó en la dirección con El Hombre sin Rostro, cinta sin grandes pretensiones que no anunciaba la sorpresa de Corazón Valiente, la épica sobre el héroe irlandés William Wallace por la que ganó dos Oscares, mejor director y otro, por la mejor película del año.
KEVIN COSTNER
Perteneciente a la camada de actores guapos pero inexpresivos, la carrera de Costner sufría altibajos hasta 1990 cuando se aventuró en la dirección de Danza con Lobos logrando el díptico glorioso de mejor director y película del año. Sus siguientes intentos no fueron tan afortunados: Mundo Acuático y El Cartero, aspirantes a los Premios Frambuesa en tres categorías: peor director, actor y película.
RICHARD ATTENBOROUGH
Más de 70 películas conforman la carrera del veterano actor inglés pero ninguna le valió nominaciones u otros reconocimientos que no fueran el respeto del público. Probó las mieles de la estatuilla dorada con su cuarto filme, Gandhi en 1982. Lo intentó nuevamente con otro retrato, el de Chaplin en 1982, aunque la película obtuvo tres nominaciones ninguna fue para él.
WARREN BEATTY
El niño bonito de Hollywood se lució en Esplendor en la Hierba y Bonnie & Clyde. En 1979 se aventuró en la dirección de El Cielo puede Esperar. Pero fue hasta 1981, actuando, dirigiendo y fungiendo como guionista en Reds sobre el legendario periodista que cubrió la revolución bolchevique cuando supo de la sensación de ganar el Oscar como mejor director.
ROBERT REDFORD
Protagónicos en El Gran Gatsby o El Candidato no fueron suficientes para llamar la atención de la Academia hasta su papel en El Golpe que le valió una nominación. Nadie imaginaba sus alcances como director, Gente como Uno un drama familiar de 1980 puso en sus manos un Oscar y es autor de propuestas interesantes como El Dilema o Nada es para Siempre.
WOODY ALLEN
Caso especial el del multifacético comediante, guionista, director y músico. Ha dirigido 42 películas y ha actuado en 40, de su misma autoría o a las órdenes de John Huston o Paul Mazursky. La Academia le ha nominado 14 veces como guionista, 6 como director y una como actor. Ganó la estatuilla en 1977 como director por Dos Extraños Amantes y como guionista en 1986 por Hanna y sus Hermanas.
De actrices a directoras
En el lado femenino, Barbra Streisand desde Yentl hasta El Espejo tiene dos Caras, y víctima de discriminación de género de la Academia.
-Mientras El Príncipe de las Mareas estaba en la competencia como mejor película nadie la nominó en dirección.
-Jodie Foster con Mentes que Brillan y Días Feriados.
-Anjelica Huston con Agnes Browne.
-Diane Keaton con Heaven.
-Sondra Locke y Ratboy; Anne Brancroft con Fatso.
-La sueca Liv Ullmann, quien fuera la intérprete predilecta de Ingmar Bergman ha dirigido Encuentros Privados e Infiel.
-Las españolas Icíar Bollain, autora de Te Doy mis Ojos y Ana Belén con Como ser Mujer y no Morir en el Intento.
-La inglesa Ida Lupino con The Trouble with Angels, la francesa Julie Delpy con Looking for Jimmy o la mexicana Salma Hayek y El Milagro de Maldonado.