EL SIGLO DE TORREÓN
El 70 por ciento de las inconformidades presentadas contra los bancos corresponde a tarjetas de crédito no solicitadas, no recibidas o no utilizadas por los usuarios, informó Guillermo Quintero Rodríguez, delegado en Coahuila de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Más de la mitad de las quejas por tarjetas no pedidas corresponde a reclamos por plásticos enviados por tiendas de autoservicio o departamentales, en donde los usuarios aseguran que no firmaron ningún documento, pero recibieron una tarjeta de algún banco. El resto de las quejas corresponde a otro tipo de tarjetas, como las bancarias.
Las principales quejas son contra los bancos GE Capital y Bancomer, que tramitan el crédito que ofrecen las tiendas.
El funcionario comentó que los bancos no tienen derecho de expedir tarjetas de crédito si ésta no ha sido solicitada por el usuario. Por ello se ha recomendado a entidades financieras no otorgar tan fácilmente el dinero plástico sin antes hacer una revisión a fondo del historial crediticio y su capacidad de crédito.
Opinó que “las acciones de la banca pueden provocar un crecimiento de la cartera vencida del banco y justificar con ello el aumento en las tasas de interés”.
Las tarjetas también pueden generar deuda para las personas pues algunas van acompañadas de una cuota de emisión.
Quintero Rodríguez dijo que al momento de presentarse la inconformidad por parte de los usuarios, el 95 por ciento de los bancos acepta la cancelación de la tarjeta ante el señalamiento de que no la han recibido o no la pidieron.
Comentó que si el banco no da una respuesta razonable, los quejosos pueden acudir a la Condusef a presentar su caso.
La recomendación que hace Condusef es cancelar de manera inmediata la tarjeta de crédito a través de las Unidades de Atención Especializadas o llamar directamente al número gratuito del banco. Luego de esperar un plazo razonable otorgado por la entidad financiera, si no hay respuesta se puede acudir posteriormente a Condusef en caso de no haber sido resuelta su solicitud.
“Para nosotros sí representa una fuerte carga de trabajo, ya que la Condusef es la única vía real para tramitar la cancelación”, dijo Quintero Rodríguez.