El gobierno de Cuba acusó hoy a Estados Unidos de violar acuerdos migratorios bilaterales y alentar la emigración ilegal, tras negarse a deportar a 44 cubanos interceptados en altamar cuando intentaban llegar a Miami.
En una declaración, la cancillería cubana también fustigó al gobierno de Hungría por otorgar asilo político a 29 de ellos, cuyo hospedaje, ropa de invierno y cursos del idioma serán pagados por Estados Unidos durante un año.
La cancillería dijo que mientras Washington organiza ejercicios para enfrentar un supuesto éxodo masivo, incumple sus obligaciones y no devuelve a Cuba a 16 de cada 100 interceptados en el mar y mantiene la Ley de Ajuste y la llamada política de pies secos-pies mojados.
Dicha política establece que cuando los emigrantes cubanos logran pisar tierra estadounidense tienen derecho a quedarse en ese país, pero cuando son interceptados en altamar deben ser deportados.
Tras negar que los cubanos aceptados por Hungría sean perseguidos políticos, acusó a ese país europeo de actuar como 'cómplice del imperio' estadpunidense.
'Hace méritos. Espera su premio. Insiste, servil, en demostrar al amo poderoso y agresivo que puede contar con su abyecta fidelidad", agregó.
Los cubanos habían sido enviados a la Base Naval estadounidense en Guantánamo (ubicada en la misma isla de Cuba), donde 17 mantuvieron una huelga de hambre de tres semanas para protestar por las condiciones de su detención y demandar el ingreso a Estados Unidos.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que otros cinco de los refugiados recibirán visas estadunidenses y algunos esperan permiso de un tercer país.