Luego de que un grupo de perredistas se manifestó frente a la Secretaría del Trabajo, en defensa del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el titular de la dependencia, Javier Lozano Alarcón, advirtió que no lo van a callar ni a intimidar.
"Si de lo que se trata es intimidarme, es inhibir la defensa auténtica y legítima de nuestro trabajo y del presidente Felipe Calderón, si de lo que se trata es de callarme la boca, de que no opine sobre los problemas de la capital, si de lo que se trata es de amenazarme, no me voy a dejar, ni lo voy a permitir", subrayó.
En breve conferencia, comentó que la ciudadanía será la que determine quién ha dicho la verdad y quiénes se están "mal sirviendo de un gobierno y de los recursos de la gente para hacer otro tipo de política, pero ciertamente no es la ética política en la que yo creo".
Destacó que la manifestación en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) refleja el grado de intolerancia de un grupo de perredistas y de las mismas autoridades capitalinas ante sus pronunciamientos y expresiones públicas.
Lozano Alarcón refirió los casos en que ha emitido su opinión, como el relacionado con poner orden a las marchas y plantones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), así como el "mal llamado Seguro de Desempleo".
Asimismo, mencionó lo que consideró el actuar "mezquino y ruin" del gobierno capitalino al lucrar políticamente con la "desgracia de Tabasco".
El funcionario federal recordó que tanto Ebrard Casaubon como los integrantes de su gabinete le han lanzado diversos calificativos.
Sin embargo negó que ese enfrentamiento verbal lo distraiga de su labor, "por qué me voy a distraer con los temas de la capital y con los desencuentros con el gobierno capitalino respecto de mi labor fundamental que es como secretario del Trabajo".
Lozano Alarcón agregó: "tengo tiempo y capacidad suficiente para atender este tipo de ofensas, intimidaciones e intolerancias, porque también es parte de mi responsabilidad personal, política e institucional".
Insistió en que no permitirá que nadie descalifique al presidente de la República, que cuestione su legitimidad y la legalidad con que está gobernando, porque "no se vale que vengan a mi propia oficina, no con una petición concreta laboral sino como una auténtica provocación".