Lo dicho. Mientras no apostemos a la educación y formemos adecuadamente a nuestros hijos, todo será en vano.
La nueva Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que acaba de publicar el Gobierno Federal a fin de atender este problema que ha ido en aumento, es digna de comentario.
No podemos negar que la violencia en el seno familiar es un problema que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que en algunos lugares de la República se tornó un asunto prioritario de seguridad pública. Nos referimos al caso de Ciudad Juárez que ha llegado a tratarse a nivel internacional.
El asunto es complejo, pues reviste múltiples aristas. Pero creo que con esta ley se producirá cierto avance que será provechoso y podría ayudar a evitar que ese tipo de violencia, a todas luces censurable, continúe.
Uno de los problemas a los que frecuentemente se enfrentan las mujeres maltratadas, es que son minimizadas sus quejas cuando las formulan ante las autoridades administrativas. Esto es, los agentes del Ministerio Público hacen poco caso de ellas.
En cierta forma era comprensible esa reacción dado el cúmulo de asuntos que se ventila en esas dependencias administrativas. Pero obviamente, de ninguna manera es justificable.
En los términos de la citada ley, ahora los agentes del MP, podrán hasta ordenar la desocupación del hogar conyugal, por parte del agresor y prohibirle a éste que se acerque a ese domicilio o al lugar de trabajo o estudio de la víctima.
Podrá también la autoridad gubernamental, emitir una alerta de violencia de género, en una determinada parte del territorio cuando en ese lugar se ?perturbe la paz social? por la violencia en contra de las mujeres.
Además se tipifica como agresión en contra de las mujeres, ?la indiferencia, el desamor y los celos extremos?.
Es en este aspecto en el que pueden darse algunos excesos, pues sobre todo, la primera figura (el desamor), es subjetiva y la autoridad estará obligada a calificar cuando se presente éste o la indiferencia y los celos excesivos.
En términos generales los agentes del MP no están capacitados para dictaminar cuándo se presenta el llamado desamor o exista indiferencia por parte de uno de los miembros de la pareja. Lo peligroso del caso es que se puede afectar a toda la familia, por el sólo dicho de uno de sus miembros.
Sin embargo, tenemos que aceptar que será necesario correr esos riesgos y ver en los hechos, cómo opera la ley, para luego, en su caso, hacer las adecuaciones que sean necesarias.
Lo que es indiscutible es que era necesario que existiera una Ley de esta naturaleza a fin de frenar todos los abusos que se cometen en contra de las mujeres, pues visto está que no es por la vía del convencimiento por la que se puede llegar a evitar estos atropellos.
Es verdaderamente lamentable el que en una sociedad como la nuestra se siga presentando este tipo de conductas, aunque no es de extrañarse, pues vivimos en un mundo en donde impera la ley del más fuerte.
Addenda II
Cada vez se hace más notable la nefasta acción del hombre sobre nuestro planeta. El sobrecalentamiento de la Tierra es sin duda una acción del hombre, pues así lo demuestra la inmensa mayoría de los estudios científicos. Si no aprendemos a respetar a nuestro prójimo, menos vamos a respetar nuestro entorno. Pero algo tendremos que hacer si queremos mantener habitable nuestra casa.
Addenda III
La Constitución General de la República cumple este lunes noventa años de vigencia. El debate sobre si se hace necesaria una nueva Constitución continúa sobre el tapete de las discusiones. Creo que sería mejor que aprendiéramos a ajustar nuestros actos a esta Constitución antes que buscar la elaboración de una nueva. Como en el caso del respeto a la mujer y a la Tierra, lo que requerimos es una cultura cívica de respeto a nuestras leyes.