El presidente interino, Raúl Castro, hizo un llamado al diálogo a Estados Unidos y reconoció las deficiencias del modelo cubano en materia de productividad, que no satisface las necesidades del país. Castro, que presidió el acto del aniversario 54 al cuartel de Moncada, afirmó que su hermano Fidel, alejado de sus funciones desde hace un año por una serie de cirugías intestinales, “ya despliega una actividad cada vez más intensa y sumamente valiosa”. (Fotografías de AP y EFE)
Hace el presidente provisional un repaso crítico de las deficiencias económicas de la isla.
Raúl Castro, presidente provisional de Cuba desde hace un año, aprovechó ayer una fecha clave de la revolución para hacer un repaso crítico de la deficiencias económicas del país, subrayar la necesidad de cambios estructurales y tender la mano al próximo Gobierno de EU.
En ausencia de Fidel Castro, convaleciente de una grave enfermedad intestinal, el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) siguió la tradición de utilizar el discurso del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, para hacer balance del año y dibujar las líneas de su política interna y exterior.
No vaciló en reconocer que Cuba no ha superado aún el periodo especial y en abordar algunos de los más graves problemas de la economía, como la precariedad salarial, la escasa productividad y la autocomplacencia y adelantó también que, pese a que se trabaja en los cambios estructurales necesarios, “no habrá soluciones espectaculares”.
“Se requiere trabajar en sentido crítico y creador, sin anquilosamiento ni esquematismos”, afirmó durante el acto organizado en Camagüey (centro de Cuba).
“Estamos en el deber de cuestionarnos cuanta cosa hacemos, en busca de transformar concepciones y métodos que fueron los apropiados en su momento, pero han sido ya superados por la propia vida”, insistió.
En el último año, “han sido necesarios ajustes y prórrogas y no descartamos que haya que hacer otros en el futuro”, apuntó el general, que desde que asumió el poder, el 31 de julio del pasado año, no ha aplicado reformas económicas significativas.
La solución al problema salarial, uno de los más acuciantes para la población en un país donde el sueldo medio oficial no supera los 20 dólares, pasa por el incremento de la productividad, advirtió.
El salario, reconoció, “es claramente insuficiente para satisfacer todas las necesidades, por lo que prácticamente dejó de cumplir su papel de asegurar el principio socialista de que cada cual aporte según su capacidad y reciba según su trabajo”.
No obstante, “para tener más, hay que partir de producir más y con sentido de racionalidad y eficiencia”, señaló.
“Estamos ante el imperativo de hacer producir más la tierra (..) con tractores o con bueyes”, afirmó con rotundidad y para lograrlo, “habrá que introducir cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios”.
También en la industria, dijo, es necesario recuperar la producción y reducir importaciones, y en este contexto, dijo, se estudia incrementar la inversión extranjera, con condiciones, para evitar errores del pasado.
“Siempre que aporte capital, tecnología o mercado”, con “empresarios serios y sobre bases jurídicas bien definidas, que preserven el papel del Estado y el predominio de la propiedad socialista”, subrayó.
En política internacional enfocó su mensaje en Estados Unidos, su enemigo histórico, para tender una mano a la Administración que sucederá a la de George W. Bush, a quien acusó de mantener un pensamiento “retrógrado y fundamentalista, que no deja margen al análisis racional”.
“La nueva Administración tendrá que decidir si mantiene la absurda, ilegal y fracasada política contra Cuba o acepta el ramo de olivo que tendimos en el 50 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, cuando reafirmamos la disposición a discutir en pie de igualdad el prolongado diferendo con EU”, recalcó.
Castro se refería a la oferta de diálogo que lanzó a Estados Unidos el pasado 2 de diciembre. Si el próximo Gobierno acepta la propuesta, “bienvenido sea”, de lo contrario, “estamos dispuestos a continuar enfrentado su política de hostilidad, incluso durante otros 50 años”, subrayó.
Sus palabras no dejaron indiferentes a muchos de los cubanos que acudieron al acto, como Otmar, de 83 años, que consideró el discurso “una maravilla, muy sincero” y opinó que sus intervenciones “son muy concretas, muy firmes en los problemas y en la vida real”.
Para Yania, de 35 años, el discurso fue “muy bueno”. “Era algo que necesitábamos, fueron palabras muy fuertes y creo que es verdad que tenemos que rectificar”, opinó.
Rafael, de 47 años, encontró la intervención “muy a tono con los momentos actuales”, con un contenido político “trascendental”.
...Y EU rechaza diálogo
El Gobierno de Estados Unidos rechazó ayer mantener un diálogo con el régimen comunista en Cuba, después de que el presidente provisional de la isla, Raúl Castro, propusiera tender la mano a la próxima Administración en Washington.
El portavoz del Departamento de Estado de EU, Sean McCormack, afirmó ayer que “el único diálogo que (La Habana) necesita mantener es con el pueblo cubano”.
“Desafortunadamente ese no es el diálogo que se está sosteniendo en Cuba en estos momentos, así que esperamos con anticipación el momento en el que el pueblo cubano tendrá la oportunidad de contar con ese diálogo libre y abierto, un diálogo que debe ocurrir en Cuba”, sostuvo McCormack.
Según el portavoz, “si el pueblo cubano pudiera expresar su opinión al responder a la pregunta de si le gustaría elegir a sus líderes libremente, la respuesta probablemente sería que sí”.