El presidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, advirtió que está obsesionado con liberar a las personas que permanecen secuestradas por las Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Mi obsesión es liberar a todos los secuestrados y derrotar al terrorismo secuestrador en Colombia", dijo Uribe Vélez en entrevista con el diario argentino La Nación, en el marco de la visita que realizó para asistir a la asunción presidencial de Cristina Fernández.
Sin embargo, aclaró, 'nada ganaríamos con liberar a los secuestrados si eso recrudece la capacidad de los terroristas de secuestrar'.
Advirtió que 'ninguna democracia del mundo permite que estos grupos terroristas financiados por el narcotráfico priven a los ciudadanos de sus libertades; por eso nuestro empeño'.
El viernes pasado, Uribe Vélez sorprendió al proponer una "zona de encuentro" de 150 kilómetros cuadrados, sin puestos militares ni policiales, para dialogar con la guerrilla.
Afirmó que ese cambio radical respondió a que su gobierno ya hizo 10 esfuerzos infructuosos por liberar a los secuestrados y la respuesta 'del terrorismo guerrillero fue el asesinato de 11 diputados, un gobernador, un ex ministro y nueve integrantes de la fuerza pública'.
Fuera de esos esfuerzos para conseguir la liberación humanitaria, añadió, 'hemos aceptado ahora una propuesta de la Iglesia Católica. Consiste no en una zona desmilitarizada, sino en una zona de encuentro".
Advirtió que 'así como debemos trabajar por liberar a los secuestrados, debemos ser cuidadosos para evitar unas condiciones que permitan que el terrorismo, hoy debilitado, se fortalezca y sea capaz de recrudecer el secuestro'.
El mandatario rechazó que su decisión se haya debido a la difusión de imágenes de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt en cautiverio junto con otros rehenes de las FARC.
'Las imágenes a nosotros nos entristecen pero no nos sorprenden. Revelan lo que ha pasado en Colombia en 50 años. En los últimos años, la guerrilla colombiana y los paramilitares secuestraron a 23 mil personas', dijo.
El país está triste pero no sorprendido, aseguró, 'porque imágenes como éstas hay en miles de casos en Colombia. Por eso, la insistencia de nuestro gobierno en la derrota del terrorismo y por evitar que se frustre la política de seguridad democrática'.
Uribe Vélez, en el gobierno desde 2002, implementó una denominada política de seguridad democrática, consistente en una guerra total contra la insurgencia.
Señaló que las fotografías de Betancourt indican un grave deterioro y 'por eso, el comprensible afán de todo el mundo. Y así hicieron estos terroristas en el pasado. Deterioraban y deterioraban la salud física y psicológica de los secuestrados y terminaban asesinándolos'.
Uribe Vélez se negó a revelar si estaría dispuesto a reunirse con Manuel Marulanda, el líder de las FARC, porque 'esas son preguntas que suscitan respuestas de novela'.