La Casa de la Sal es una institución que brinda alojamiento y cuidados permanente a niños y niñas huérfanos con VIH/Sida. (El Universal)
Laura Díaz será la primera mujer en México que adopte a una niña portadora de VIH.
MÉXICO, DF.- Daniela tiene seis años. Asiste a la primaria. Le gustan las tortugas y en la escuela sus compañeros no saben que es portadora de VIH.
Es huérfana, su padre no la reconoció, su madre murió como consecuencia del virus y desde entonces, Daniela vive en La Casa de la Sal, una institución que brinda alojamiento y cuidados permanente a niños y niñas huérfanos con VIH/Sida, cuyo diagnóstico ha sido confirmado como positivo, que carecen de cobertura médica gubernamental y que no tiene ningún familiar que se responsabilice por ellos.
Mientras tanto, Laura Díaz, (que conoció a Daniela cuando ésta tenía dos años), ya se encargó de construir un tortuguero que ha colocado en el futuro cuarto de Daniela; junto a la ventana, porque quiere que cuando llegue a vivir en definitiva a su casa, “su hija Daniela” tenga a su alcance, aquello que más le gusta: (las tortugas y el Sol).
Hace tiempo que Laura quiere ser madre y en este proceso de adopción: un año han sido dos, dos años se han hecho cuatro y a su decir, la adopción de Daniela ha sido lenta, dificultosa. “He tenido que esperar cuatro años”, asegura.
Es profesionista. Tiene 36 años. No tiene pareja. Sin embargo, esto último, no ha sido impedimento para continuar con los trámites de adopción.
Laura será la primera mujer en México que adopta a una niña portadora de VIH. Hasta el momento no hay ningún precedente al respecto en nuestro país.
Laura siente estar en la recta final; a punto de lograr la adopción plena, con un nuevo registro de nacimiento para Daniela que contendrá el apellido de su madre y abuelos, con los cuales tendrá una relación como si fuera hija consanguínea. Es decir; con los mismos derechos que tiene un hijo consanguíneo; “asegurándole así su futuro”, comenta.
“Las investigaciones parecen no terminar. Los trámites judiciales han sido excesivos. Es notable la falta de sensibilidad del personal de los juzgados para atender a los involucrados en un procedimiento de adopción”, continúa Laura Díaz.
Al respecto y ante el tema de la temporalidad de la adopción, la directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), licenciada Cecilia Landerreche, ha comentado en entrevista, que los trámites y vacíos legales, ciertamente dificultan la adopción de niños en el país; especialmente en los casos de la pérdida de la patria potestad; siendo ésta, una de las razones por la cual se firmó, en días pasados, el Convenio Nacional par la Agilización de la Adopción, cuyo propósito es mejorar los procedimientos legales para la regularización jurídica de la situación de los menores y otorgarles la condición de ser susceptibles a la adopción.
Sin embargo, para Cecilia Landerreche es prudente aclarar, “que por agilización del trámite de adopción no debe entenderse la asignación indiscriminada e irresponsable de menores a solicitantes aparentemente ávidos de prodigar sus cuidados a los niños y formar un nuevo núcleo familiar; sino que esta agilización debe entenderse como la actitud prudente, reflexiva, pero perentoria mediante la cual el Estado delega su alto y noble deber de cuidado a una persona o personas para que cultiven con atención y cariño a un ciudadano en crecimiento”, comenta.
Con todo y a pesar de que Daniela aún pasa la mayor parte de su tiempo en el Centro Infantil de la Casa de la Sal; Laura (su futura madre adoptiva), la lleva a la escuela, pasan el fin de semana juntas y desde que la conoció (en el año 2003) se ha encargado de organizar los cumpleaños de Daniela.
‘Nadie debe tocar tu sangre’
Al principio sus vecinos, se preguntaban por qué Daniela tomaba tanto medicamento. Ahora saben que es portadora de VIH y que debe cuidarse. A Daniela le han dicho que toma medicamentos antirretrovirales porque tiene un bicho en su sangre, que deben destruir diariamente (con las medicinas) para que éste no le haga daño.
La futura familia de Daniela comienza a llamar a las cosas por su nombre y aseguran que en su momento ella sabrá que es portadora de VIH.
Llegará el día que Daniela se preguntará: ¿Cómo me infecté? ¿Cuánto tiempo voy a vivir? ¿Cómo se infectó mi mamá? ¿Puedo infectar a alguien más? ¿A quién le digo que soy seropositivo?; todas preguntas difíciles que a decir de Laura (su futura madre adoptiva), tendrán respuesta a través del apoyo que le brinda con un psiquiatra a nivel privado y la Escuela de Padres de La Casa de la Sal; pues según comentan expertos, el hecho de que una persona reciba el diagnóstico positivo como portador (a) del virus del VIH/Sida, desata múltiples reacciones; entre otras, culpa, tristeza, impotencia, frustración, desesperanza, hasta la idea de intentos suicidas.
A Daniela, también le han dicho que debe tener mucho cuidado ante la posibilidad de que alguien toque su sangre en caso de algún accidente, por insignificante que éste sea. “Nadie debe tocar tu sangre”; es una frase que le repiten diariamente.
De igual modo, Laura Díaz y su familia han ido informando y sensibilizando a sus vecinos y comunidad sobre el origen de la enfermedad y cuáles los tratamientos para la misma. Han explicado que el virus del VIH/Sida no se contagia y que no deben temer cada vez que sus hijos jueguen con Daniela; para ello se han apoyado con personal capacitado en VIH/Sida para informar a su familia inmediata y amigos cercanos sobre el virus.
El trámite de adopción
Por otra parte, los niños con VIH/Sida son canalizados al Centro Infantil de Casa de la Sal, principalmente por el DIF (Sistema Nacional Para el Desarrollo Integral de la Familia), por el Instituto Nacional de Pediatría y el Hospital Infantil de México.
En este sentido, Ricardo Hernández Sotelo, director de Gestión y Desarrollo Estratégico de la Unidad de Asistencia e Integración Social del DIF, ha comentado que en las casas del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) que albergan a niños y niñas susceptibles de adopción, no viven menores con algún tipo de discapacidad; con la excepción de que esta discapacidad sea reversible. “Los niños y niñas, con alguna discapacidad no—reversible, son albergados en otro tipo de instituciones”, asegura.
Al respecto, en febrero de 2007, durante la XXXIII Reunión Nacional de Directores Generales de los Sistemas Estatales DIF, la licenciada Margarita Zavala, presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del Sistema Nacional DIF, propuso unir esfuerzos para agilizar el procedimiento de la adopción en México.
Con este propósito, se realizaron cuatro foros regionales: “Mesas Regionales de Trabajo sobre la Agilización del Proceso de Adopción” llevadas a cabo en Durango, Tlaxcala, San Luis Potosí y Quintana Roo, con el propósito de permitir a niños y niñas en situación de vulnerabilidad acceder a una familia.
Como resultado de dichos foros, el Sistema Nacional DIF celebró la Firma del Convenio Nacional para la Agilización del Proceso de Adopción, con el propósito de mejorar los procedimientos legales para la regularización jurídica de la situación de los menores y otorgarles la condición de ser susceptibles de adopción.
La directora del Sistema Nacional para el DIF, Cecilia Landerreche, dice que “es necesario promover una cultura adoptiva en la que se fomente la adopción de niños mayores de seis años y/o con discapacidad.
Mientras tanto, a Daniela la espera su nueva familia, integrada por Laura, (su futura madre adoptiva); su tía Mariana, (a quien le dice madrina); su abuelo (le dice papá abuelo y su abuela (le dice mamá abuela). Están en la recta final. A punto de lograr la adopción. El día en que esto suceda, harán una fiesta, aseguran.