“Si Dios hubiera realmente querido que el hombre volara, habría hecho más fácil llegar al aeropuerto”.
George Winters
En China se están construyendo 48 nuevos aeropuertos que deben estar listos de aquí al año 2010. Además se están haciendo ampliaciones y mejoras a los que ya existen en Shanghai, Beijing y Guangzhou. El nuevo aeropuerto de Hong Kong, concluido en 1998, ha sido considerado de manera consistente el mejor del mundo; en este 2007 obtuvo el reconocimiento como el aeropuerto del año que otorga la empresa Skytrax con base en una encuesta internacional de pasajeros.
Los chinos entienden la importancia que tiene la construcción de infraestructura. Están preparando así a su país para continuar con la tasa de crecimiento espectacular que han registrado en los últimos años.
El contraste con México es notable. En nuestro país el intento por construir un solo nuevo aeropuerto, el de Texcoco, el sexenio pasado se desplomó cuando un grupo opuesto al proyecto sacó a relucir unos machetes y espantó al presidente Vicente Fox y a su entonces secretario de Gobernación Santiago Creel. A falta de nuevo aeropuerto se hicieron ampliaciones en los de Toluca y la Ciudad de México. Solamente un aeropuerto se ha construido en los últimos años. Es el de Puerto Peñasco, Sonora, inaugurado apenas la semana pasada y que fue construido por el grupo hotelero Mayan Palace. Lejos estamos de ese ímpetu que se percibe en China.
Este primero de octubre la Comisión Federal de Competencia recomendó una serie de medidas para promover una mayor competencia en los aeropuertos del país. En el documento señaló que los precios que se pagan por los servicios aeroportuarios en México se encuentran entre los más altos del mundo (si bien utilizó precios ajustados por paridad de compra lo cual, a mi juicio, puede tergiversar el cálculo en un servicio que debe cotizarse a precios nominales internacionales).
La Cofeco busca aprovechar oportunidades de competencia entre aeropuertos cercanos. En aquellas regiones que pueden dar cabida a más de uno, propone que compitan entre sí para dar opciones a las aerolíneas y a través de ellas, a los consumidores. Esta recomendación tiene como destinatario inmediato el nuevo aeropuerto que el Gobierno Federal pretende licitar en la Riviera Maya, el cual, para la comisión, debería tener un concesionario distinto al que ya opera el de Cancún. Pide también la Cofeco que en la Ley de Aeropuertos se considere su participación para evitar que la asignación de nuevas instalaciones lleve a concentraciones excesivas.
La Comisión de Competencia busca mejorar el esquema de regulación de las tarifas con el fin de disminuir los costos a los usuarios. Para aeropuertos ya existentes, propone que un regulador independiente asuma la responsabilidad de moderar las tarifas.
Otras propuestas de la Cofeco son asegurar la competencia en los servicios que se ofrezcan en los aeropuertos (como el surtido de turbosina), mejorar las subastas de slots u horarios de despegue y aterrizaje en aeropuertos saturados para garantizar el acceso de todas las aerolíneas en condiciones competitivas y abrir el mercado de los servicios de transportación terrestre en los aeropuertos.
México no podrá mejorar su desempeño turístico y comercial si no eleva la calidad y el número de sus aeropuertos. Quizá no tengamos la posibilidad de invertir, como los chinos, 20 mil millones de dólares en 48 nuevos aeropuertos y la ampliación y mejoramiento de los tres más importantes entre los ya existentes. Pero si seguimos dejando que se saturen los aeropuertos que ya tenemos, especialmente el de la Ciudad de México y no construimos por lo menos algunos de los que parecen más necesarios, como los de la Riviera Maya y Ensenada, difícilmente podremos esperar seguir siendo competitivos en turismo y en carga.
Como país tenemos que tomar medidas para evitar que nuestros aeropuertos sigan siendo caros y malos. Para eso es necesario aplicar medidas de competencia o de regulación. Las propuestas que está haciendo la Comisión Federal de Competencia parecen sensatas. Entiendo que hay objeciones de los afectados, como Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) o el Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), el concesionario de Cancún y éstas deben ser atendidas. Pero no olvidemos que la responsabilidad de la Cofeco es velar por los derechos de los consumidores.
La aviación comercial constituye una de las formas de transportación más eficientes en el mundo moderno. El Gobierno chino entiende esto a la perfección. Por eso está haciendo un esfuerzo tan importante para resolver en unos cuantos años los rezagos que tiene. El problema es que los mexicanos también estamos conscientes de nuestros problemas en este campo, pero no estamos haciendo lo necesario para remediarlos.
FUMAR O NO FUMAR
Parece justa la decisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de prohibir que se fume en locales cerrados que no tengan una separación física para proteger a los no fumadores. Estoy en desacuerdo, sin embargo, con la medida adicional de prohibir la publicidad del tabaco en actos deportivos, sociales o culturales. Es correcto defender los derechos de los no fumadores. Pero prohibir la publicidad, sólo protege el actual duopolio de productores de cigarrillos.
Página de Internet: www.sergiosarmiento.com
