Varios hombres reparan un cable en la red ferroviaria de alta velocidad en Varreddes, París, una campaña de sabotajes afectó a los trenes en Francia. (AP)
Una campaña de sabotajes afectó ayer a los trenes de alta velocidad de Francia, causando retrasos adicionales en un servicio interrumpido ya por las huelgas de funcionarios públicos, justo al comenzar las negociaciones entre los gremios y el Gobierno.
El ente ferroviario estatal SNCF no llegó a culpar a los huelguistas del vandalismo -quema del tendido catenario y destrozo de las señalizaciones-. Los sindicatos se apresuraron a negar cualquier relación de sus afiliados y los hechos delictivos.
Sin embargo, los ataques empañaron el clima al comenzar ayer las negociaciones entre los sindicatos, los representantes municipales del tren subterráneo de París y los nacionales de la SNCF.
Según la SNCF, la ola de vandalismo fue una “campaña coordinada de sabotaje”. El presidente del gremio comunista CGT, Bernard Thibault, condenó los ataques pero sugirió que podrían haber sido fraguados intencionalmente para desacreditar al sindicato.
Los maquinistas y empleados de París Metro y otros empleados públicos iniciaron el martes un paro en protesta por el plan reformador del presidente Nicolas Sarkozy de reducir las pensiones laborales.
Sarkozy parece llevar la ventaja con los sindicatos del transporte público, ya que según los sondeos de opinión el público respalda incondicionalmente al mandatario en esta tesitura y porque los huelguistas han comenzado a regresar paulatinamente a sus puestos de trabajo en el metro y trenes de larga distancia.
Solamente la mitad de los 700 trenes de larga distancia funcionaron ayer, dijo la SNCF, aunque reconoció que las acciones de vandalismo causaron retrasos de una a tres horas en algunos trenes de alta velocidad.
El ministro del Interior, Michele Alliot Marie, dijo que la Policía intenta identificar lo antes posible a los responsables de esos ataques.
Las negociaciones con los empleados del metro de París comenzaron ayer por la mañana y con los gremios de la SNCF tuvieron lugar la tarde de ayer. El diálogo podría durar un mes y el Gobierno espera que el inicio de los contactos facilite la plena reanudación de las labores ferroviarias.
