Un incendio que se propaga rápidamente por los vientos de Santa Ana por los cañones y montañas de Malibú, California, ha destruido más de 30 casas y varios vehículos. (AP)
Un incendio que recorría a gran velocidad los cañones y montañas de esta elegante zona del sur de California destruyó ayer más de 30 residencias y provocó la evacuación de unas 14 mil personas.
El incendio se inició antes de las 3:30 de la madrugada luego de que regresaron las ráfagas de viento, y creció antes de que éstas se detuvieran. Para media tarde se estimaba que cubría mil 821 hectáreas, y había sido controlado en un 25 por ciento.
“El despertar a las cuatro de la mañana con el olor a humo en la nariz y la ventana siendo azotada por los vientos es algo a lo que nos acostumbramos aquí, pero siempre nos impresiona un poco”, dijo el alcalde de Malibú, Jeff Jennings.
Se estima que 35 residencias fueron destruidas y entre 10 mil y 14 mil personas desalojadas, dijo el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, P. Michael Freeman.
Un grupo de 15 helicópteros y 15 aviones, entre ellos un DC-10 que lanza retardante de fuego, atacaban el incendio desde el aire mientras que mil 700 bomberos lo hacían en tierra. Uno de ellos recibió una lesión moderada y otros cinco heridas menores.
“Es muy bueno el poder decir que no hemos perdido vidas”, dijo Jennings.
Los helicópteros bajaron mangueras a las aguas del Pacífico para rellenar sus cañones lanzadores de agua, y aviones anfibios SuperScooper recorrían la superficie para llenar sus tanques.
Cientos de bomberos y equipos procedentes de todo el estado fueron destacados en el sur de California durante la mayor parte de la semana, debido a los pronósticos de vientos, los cuales llegaron el viernes en la noche.
Las autoridades permanecen en alerta a pesar de la disminución en la velocidad de los vientos.