Señalan que hasta 2 mil toneladas de ozono de Chicago, Detroit y Nueva York llegan a Gran Bretaña diariamente.
EL UNIVERSAL
Londres, Inglaterra.- Gases tóxicos procedentes de Estados Unidos han elevado la contaminación de algunas ciudades británicas por encima de los niveles considerados seguros y amenazan la salud de muchos ciudadanos, según un nuevo estudio, adelantado ayer por el Sunday Times.
El informe, elaborado por el Consejo de Investigaciones sobre el Medio Ambiente (siglas inglesas: Nerc), indica que hasta dos mil toneladas de ozono procedente de ciudades como Chicago, Detroit y Nueva York llegan a Gran Bretaña diariamente.
El ozono eleva los niveles medios británicos en entre un 20 y un 30 por ciento, y a veces incluso en un 40 por ciento y hace que se supere el umbral de 50 partes por mil millones fijado por la Organización Mundial de la Salud.
Los científicos británicos calculan que además de ese ozono, alrededor de mil toneladas de monóxido de carbono viajan diariamente con el viento por el Atlántico en dirección a las islas británicas.
El estudio, que se publicará esta semana en el Journal of Geophysical Research, incluye entre las ciudades que contribuyen a la contaminación en Gran Bretaña también a Washington D.C. y a Boston.
El ozono es uno de los contaminantes más tóxicos e incluso en pequeñas concentraciones causa problemas de asma, bronquitis y otras enfermedades de las vías respiratorias.
Los expertos culpan directamente a ese gas de muchas de las muertes que se produjeron en la ola de calor de 2003, cuando los niveles de ozono en Gran Bretaña superaron las 90 partes por mil millones.
Sucesivos gobiernos británicos han intentado en vano reducir los niveles de contaminación atmosférica en las ciudades británicas y los autores del estudio trataron de encontrar las causas.
?Nuestras investigaciones demuestran que las medidas de control de la contaminación adoptadas en Gran Bretaña no funcionan porque buena parte de esa polución procede de Estados Unidos?, explica Alastair Lewis, profesor de química atmosférica de la Universidad de York.
Estados Unidos, el mayor contaminante del planeta, está en la picota por haberse negado a firmar el protocolo de Kioto para la reducción de los gases que contribuyen al calentamiento de la atmósfera terrestre.