Tyler Peterson, de 20 años, que estaba de franco cuando mató a seis personas, se disparó dos veces debajo del mentón antes de hacer el tercero. (AP)
Un ayudante del alguacil que mató a seis personas al parecer se suicidó de tres disparos, el último en la sien derecha, informó el martes el fiscal estatal.
Tyler Peterson, de 20 años, que estaba de franco cuando mató a seis personas, se disparó dos veces debajo del mentón antes de hacer el tercero, que fue fulminante, indicó el fiscal J.B. Van Hollen. Asimismo el joven tenía una bala incrustada en el bíceps izquierdo, al parecer de un disparo a la distancia.
Las seis personas que fueron acribilladas la madrugada del domingo eran estudiantes o ex alumnos de la secundaria de Crandon, de donde se había graduado Peterson. Se habían reunido en la vivienda a comer pizza y a ver películas en el fin de semana de la celebración estudiantil del inicio del año académico.
Peterson murió en el bosque cerca de la casa de un amigo en Argonne. El único sobreviviente iba a ser operado el martes.
Van Hollen dijo que Peterson fue a la casa de Jordanne Murray a las dos de la madrugada, y tuvo una discusión con la joven, acusándola de salir con alguien más. Murray le dijo a Peterson que se fuera de la casa, y él partió, aunque regresó armado de un fusil AR-15.
"No dijo nada, sólo comenzó a disparar", señaló Van Hollen.
Los investigadores hallaron tres cadáveres en el sofá, de, Lindsey Stahl, de 14 años; Aaron Smith, de 20, y Bradley Schultz, de 20. Murray, de 18 años, fue hallada en la cocina.
Lianna Thomas, de 18 años, fue hallada en un armario, y Katrina McCorkle, de 18 años, junto a éste. Al parecer ambas trataban de ocultarse cuando fueron acribilladas, indicó Van Hollen.
El último en ser baleado fue Charlie Neitzel, de 21 años, quien le imploró a Peterson por su vida, después que éste le había disparado una vez y lo volvió a hacer, dijo Van Hollen. Neitzel se desplomó y quedó inmóvil mientras Peterson le disparaba una tercera vez.
"Neitzel se salvó, al hacerse el muerto hasta que Peterson se fue", destacó el fiscal.
La comunidad de Crandon, un pequeño pueblo de 2.000 habitantes estaba desconsolada. Muchos de ellos conocían a las víctimas.
Las familias de las víctimas se han reunido con la familia de Peterson, y han manifestado que "no guardan les guardan animadversión".