La corrupción de los sindicatos en México "afecta muy negativamente" la imagen sindical mexicana en el mundo, declaró el martes una activista laboral de ese país afirmando que "en muy buena medida, esa corrupción ha sido propiciada por el propio gobierno".
"La corrupción en el movimiento sindical mexicano es un fenómeno muy antiguo", declaró María Xelhuantzi López. "Y si se revisan las prácticas originales, se verá que éstas se derivan de la intervención del gobierno".
Xelhuantzi, profesora en la Universidad Nacional Autónoma de México y asesora del sindicato mexicano de telefonistas, formuló sus comentarios a reporteros mientras participaba en una conferencia a la que asisten más de 200 dirigentes laborales de 63 países promovida por AFL-CIO, la mayor federación laboral de Estados Unidos.
"Lo que hay ver aquí es que la relación de los sindicatos con el poder en México es un fenómeno sistémico: no es de un partido, no es de una persona y no es del presidente, sino del sistema político y eso no se ha desmantelado", comentó.
Indicó que la "vinculación estructural de los sindicatos con un partido oficial" comenzó en la segunda década del siglo pasado en que se formó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) como antecedente de lo que ahora es el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Xelhuantzi, quien participa en la conferencia como miembro de UNI, la Red Internacional de Sindicatos con sede en Nyon, Suiza, denunció una "relación de dominación, relación corporativa" entre sindicatos y todos los partidos.
"Esta ha sido una relación histórica que afecta muy negativamente el movimiento sindical en México", dijo. "El gobierno mexicano con tal de tener a los dirigentes controlados, dóciles, sumisos, les otorga prebendas, y les permite participar en negocios con las empresas como contratistas, volviéndoles jueces y partes y cómplices del poder".
