“La preocupación no proviene solamente de que Irán esté produciendo a escala industrial sino de las motivaciones de Irán detrás”,comentó Mohamed ELBaradei. (Archivo)
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed ElBaradei, aseguró ayer que Irán aún está en la fase inicial de crear una planta de enriquecimiento de uranio, contrario a lo anunciado por Teherán.
“Hay varias definiciones de la producción a escala industrial. Irán está aún en la etapa inicial para crear una planta de enriquecimiento de uranio”, dijo ElBaradei durante una conferencia de prensa en Riyadh, en el marco de su visita a Arabia Saudita. El Premio Nobel de la Paz 2005 indicó que las preocupaciones a nivel internacional son más producto de sus motivaciones que de la escala de la producción.
“La preocupación no proviene solamente de que Irán esté produciendo a escala industrial sino de las motivaciones de Irán detrás (de enriquecer uranio) antes de tener reactores nucleares para generación de energía eléctrica que necesitan el uranio”, señaló.
Las declaraciones de ElBaradei tienen lugar a tres días de que el presidente iraní Mahmoud Ahmadinayad anunció que su país entró en la etapa de la producción de energía nuclear a escala industrial, en desafío a Occidente que teme que pueda dotarse de armas atómicas.
PRESIÓN INTERNACIONAL
Irán se encuentra sometido a fuertes presiones del Consejo de Seguridad, sobre los verdaderos fines de sus programas nucleares, a pesar que el OIEA no ha encontrado evidencias de que éstos sean armamentistas.
El OIEA envió el martes pasado a dos inspectores a Irán para visitar las instalaciones de la planta de Natanz, a unos 320 kilómetros al sur de Teherán, luego que la nación islámica afirmó que planea expandir su planta al instalar 50 mil centrifugadoras.
De acuerdo con los últimos informes del OIEA, la planta de Natanz cuenta actualmente con mil centrifugadoras en diferentes grados de instalación. Irán desafía al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que, en su resolución contra el programa nuclear del pasado 24 de marzo, exige que suspenda el enriquecimiento de uranio y aclare las dudas sobre los fines pacíficos de sus actividades nucleares.
Además, la resolución dictamina una serie de nuevas sanciones si Teherán no cumple en 60 días con estas demandas internacionales.
Irán insiste en que sus actividades nucleares tienen fines pacíficos y que no va a negociar sus “obvios derechos” a enriquecer uranio, aunque está dispuesto a discutir la naturaleza pacífica de su programa.