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México, DF.- Sólo habrá más beneficio para el fisco con la reducción en la tasa del Impuesto al Activo (Impac) y el rechazo a la deducibilidad de las deudas, afirmó el socio en impuestos de la firma de asesoría fiscal y financiera KPMG.
Señaló que al eliminar la posibilidad de disminuir las deudas, la base del gravamen se amplió, y aunque se reduzca la tasa de 1.8 al 1.25 por ciento es insuficiente el apoyo a los contribuyentes.
Explicó que pagar el impuesto tan sólo en los activos, ocasiona que el monto del pago para los contribuyentes vaya ser mucho mayor, lo cual de manera evidente tiene un afán recaudador.
Detalló que muchos inversionistas hicieron sus proyecciones económicas al considerar el impuesto al Activo que iban a pagar en los siguientes años con el propósito de disminuir las deudas, y ahora ya no lo pueden hacer. Esto puede ocasionar, dijo que el Impac deje de ser un gravamen de control, y que no se pueda recuperar cuando el Impuesto sobre la Renta (ISR) sea mayor, sino que se convierta ya en un impuesto definitivo.
Apuntó que la tasa de 1.25 por ciento en el Impac está pensada para gravar el rendimiento que se espera tengan de los activos de las empresas, ?pero eso no es del todo cierto?.
Ya que agregó se asume que todos los activos generan riqueza, incluidas las cuentas por cobrar, por lo que se debió analizar que activos se consideran como generadores de riqueza.
En opinión del especialista se deben considerar activos la maquinaria y los inventarios como generadores de riqueza, y no las cuentas de cheques o por cobrar que la generan.
Respecto, a la disminución de 25 por ciento a 12.5 por ciento en la posibilidad de deducir los consumos en restaurantes, Manuel Rico consideró que la decisión de reducirla es cuestionable cuando este gasto sirve para generar negocios.
Comentó que no se espera que la Secretaría de Hacienda vaya obtener muchos recursos por esta reforma, pero si forma parte de un conjunto de medidas con afanes recaudadores.