Nuevamente sucedió lo mismo. La historia vivida una y otra vez en distintas ciudades del estado volvió a surgir en Torreón. Un grupo de transportistas, a sabiendas del poder que por tantos años las distintas administraciones municipales han depositado en ellos, decidió retirar de circulación a 300 autobuses, de los 580 que normalmente brindan el servicio en esta ciudad.
Su caprichito provocó que miles de usuarios del transporte urbano vieran mermadas sus diarias actividades.
Por un lado, el Ayuntamiento exige la modernización de las unidades del transporte. Por el otro, los concesionarios del transporte se niegan a hacerlo y por ello eliminaron los recorridos de 11 de las 16 líneas urbanas.
Existen muchas razones por las que deben modernizarse los camiones de ruta. En primer lugar, por cuestiones ecológicas, pues la contaminación de las unidades viejas es mucho mayor a la de una más moderna. En segundo lugar, los usuarios merecen ser transportadas en vehículos en buen estado y con las comodidades que pudiera traer consigo un camión nuevo. Sin embargo, existe una enorme razón por la cual los concesionarios del transporte se niegan a modernizar sus unidades: la razón económica.
Estos agiotistas buscan siempre obtener el máximo beneficio sin atender a su obligación legal de ofrecer un servicio digno y de operar en unidades en buenas condiciones.
Históricamente el poder de los transportistas ha sido mucho, pues basta que se pongan de acuerdo para paralizar a la ciudad entera. Por tal motivo, merece reconocimiento el alcalde José Ángel Pérez al haber utilizado la fuerza pública contra los miembros del Sistema Organizado del Transporte de Torreón.
Aunque algunos concesionarios fueron arrestados, lo más destacado del caso es que el Municipio ya inició la revocación de las concesiones. De lograr esto, sin ceder a la oleada de presiones que vendrá, entonces comenzará a verse una mejora en el transporte público.
Si fuera mi interés, aprovecharía la ocasión para solicitar una concesión, pero creo que éstas deben estar en manos del Municipio y no regresar a otro transportista.
El Ayuntamiento de Madrid, España, opera el sistema del transporte urbano sin dar concesiones a nadie. Esto ha permitido que el sistema de transporte público sea un ejemplo de cómo se puede operar con éxito una empresa al servicio de la comunidad. Con más de mil 900 autobuses que operan durante las 24 horas, los madrileños no tienen ni siquiera necesidad de utilizar su automóvil, pues las 185 líneas de la Empresa Municipal de Transportes abarcan prácticamente a toda la capital española, en la cual viven, según un censo reciente, poco más de cuatro millones de habitantes.
Sin embargo, el transporte urbano de Madrid tuvo que dar una serie de pasos antes de llegar a convertirse en uno de los sistemas más eficientes de Europa y el mundo. Los años posteriores a la Guerra Civil fueron de carestía, falta de materiales, restricciones de fluido eléctrico, de combustible y dificultades de todo tipo. Las tarifas del transporte, al estar controladas por el Ayuntamiento, resultaron claramente insuficientes para cubrir la totalidad de los costos de la explotación del servicio. Como consecuencia de lo anterior y ante el caos que representaba el transporte público en la capital española, el 21 de marzo de 1947 el Ayuntamiento de Madrid acordó la municipalización del servicio de transporte de superficie, iniciando sus operaciones meses más tarde como una sociedad anónima de propiedad municipal.
Desde ese momento, el transporte urbano pasó a propiedad exclusiva del Ayuntamiento, lo cual permitió que paulatinamente se fueran implementando las mejoras destinadas a ofrecer un mejor servicio a los madrileños. Actualmente los autobuses de Madrid ofrecen sus servicios las 24 horas, todos los días del año, y se han convertido en una importante fuente de ingresos para el Ayuntamiento.
Pensar que el Ayuntamiento de Torreón se apropie de las concesiones es imposible, sin embargo, nada se pierde con revisar el caso de otras ciudades y así ser un pionero a nivel nacional en la solución al problema del transporte urbano.
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