Al público, lo que pida

Los laguneros ríen sin parar con las imitaciones y buen humor de Gilberto Gless en la Feria de Torreón

TORREÓN, COAH.- Las señoras reían sin parar, seguidas por sus esposos y por supuesto por los niños que disfrutaban ver que “en un dos por tres”, Gilberto Gless podía convertirse en el cantante que así quisiera ayudado por vestuario especial y unas chuscas pelucas. El Poliforum de la Feria de Torreón lucía a su máxima capacidad; las poco más de dos mil personas que asistieron la noche del viernes no daban tregua a lo que veían: primero a José José, luego a Raphael, Arjona... y a un sin fin de artistas que se lucieron con su canto y con una actitud sumamente desenfadada. Llegó un momento en que era tanta la risa que provocaba, que el intenso calor que se sentía pasó a un segundo plano; y es que desde las 9:24 de la noche –hora a la que apareció en el foro- la cotidianidad, los problemas y sobre todo el mal humor no tuvieron cabida. Acompañado por dos coristas y cuatro músicos, Gilberto inició con su tema de presentación; al final -todavía escuchándose algunos aplausos de la concurrencia- él atinó a decir: “ay! es que estaba viendo a ver qué tal me sale la imitación de Juan Gabriel”, dijo viendo el frente del escenario, recordando un poco lo de la caída que el año pasado tuvo el Divo de Juárez. Desde el principio, la interacción con los asistentes fue el punto central. “¿A quién quieren?”, los gritos de “Juanga” y “Chente” eran los más fuertes, sin embargo le hizo caso a algunos que le solicitaron nada menos que al Príncipe de la Canción: José José. A partir de entonces Gilberto Gless demostró que es todo un “camaleón” a la hora de adoptar otra personalidad; y es que de inmediato hizo suyos los caminados del artista, su tono de voz y hasta sus gestos, los cuales no le impidieron entonar impecablemente Almohada. Siguió el turno de José Luis Perales con Y Cómo es Él?, y siguiendo con un español, le dio rienda suelta a su talento para evocar a Raphael. “Él canta la de Mi Gran Noche, y también la canta Fox, ¡hay no Cox! ya lo andaba confundiendo”, dijo provocando la risa de los asistentes. Y ya que andaba por la Madre Patria, se dio tiempo para “traer” a Alejandro Sanz y luego Miguel Bosé. A un costado del escenario, un pequeño e improvisado camerinito le permitía cambiarse rápidamente de ropa, accesorios y peluca, sin embargo no con todos lo hacía, nada más imitaba sus voces. “Ahora vamos con uno que viene desde Argentina, él es Juanessss”. -Ese no es de Argentina -, respondió el público de inmediato-, a lo que Gless contestó: “no digo, él venía de un show de Argentina, pero es de Colombia”. Llegó el turno de Arjona, para ello utilizó una cabellera oscura y larga, que más bien lo hacía parecer Rigo Tovar, de hecho así se lo gritaban, y tras la pregunta “¿quieren a Rigo?”, él y sus músicos se dieron vuelo con la música del grupero. Aunque todas sus imitaciones fueron bien recibidas, definitivamente las de Juan Gabriel y Vicente Fernández fueron la sensación; con las cuales no solamente puso a cantar, sino a bailar a la gente que lo acompañó durante los aproximadamente 90 minutos que duró el espectáculo.

Siempre imitado... nunca igualado

Para muchos, Gilberto Gless es el mejor imitador que existe en México; aunque él no se considera de tal manera, sí acepta que para su fortuna cuenta con el cariño y aceptación de la gente, razón por la cual trata de darle gusto en todo. “Sí tengo una rutina, traigo mi equipo, pero en realidad vamos presentando lo que nos va pidiendo el público, conforme a eso vamos cambiando”, sostuvo previo al show. Para su fortuna no ha batallado mucho al momento de crear las diferentes caracterizaciones de los artistas, pero tuvo qué aceptar que precisamente la que le costó más trabajo fue nada menos que la de Vicente Fernández, quien ha sido el único artista -hasta el momento- que se ha enojado con él. “Nadie me ha reclamado nada, pero un día don Vicente sí me reclamó el que una vez haya rapeado una canción (obviamente mientras lo imitaba), pero es lo único y además ya no lo volví a hacer. Pero de ahí en más hay compañeros que hasta van al show especialmente para ver cómo los imito. Incluso en una ocasión Amanda Miguel me dijo que cuando quisiera me prestaba unos vestidos para hacer su interpretación”. Siempre de buen humor y haciendo gala de su simpatía, Gilberto Gless aceptó que en ocasiones se le han empalmado las voces al momento de imitar, “me piden uno y empiezo a hacer la voz de otro”. Por lo pronto sigue presentando su show a lo largo y ancho de México, además se está dedicando a la producción de tres grupos de corte popular.