CANATLÁN, DGO.- Los casos de suicidios en Durango se incrementan en personas en edad productiva, incluyendo adolescentes y ancianos, victimas de algún tipo de adicción y la depresión, informan autoridades de Salud Mental y Servicio Médico Forense (Semefo).
La mayor incidencia en ala entidad se registró en los años 2002 y 2004 con 120 casos, en 2006 se privaron la existencia 96 personas, de las cuales el 16 por ciento consumían alcohol y drogas, pero la mayoría sufrían de depresión.
Durante los primeros cinco meses de 2007 se tienen registrados 37 suicidios en la entidad, donde se tiene una menor de 16 años y un adulto de 76 en los municipios de Rodeo y Canatlán respectivamente, tal como lo ha informado El Siglo de Durango.
Cabe señalar que la población de estas municipalidades se inquietaron por estos suicidios, por tratarse de casi una niña y de un anciano que tomó la faltal decisión al quemarse su rancho en San José de Gracia.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en intentos de suicidio destacan seis entidades, a saber: Durango con el 20.3 por ciento; Coahuila de Zaragoza, 17.6 por ciento; Yucatán, 13.1 por ciento; Nuevo León, 12.6 por ciento; Jalisco 9.9 por ciento y Distrito Federal con el 6.3 por ciento.
Las autoridades religiosas de Salud y civiles manifiestan su preocupación por este problema en Durango, incluso se han difundido algunas medidas preventivas, pero se siguen registrando suicidios en diferentes municipios.
Sobre los medios que utilizan los suicidas son: 69.3 por ciento recurren al ahorcamiento, 16.5 por ciento a las armas de fuego, veneno tomado el 5.5 por ciento, intoxicaciones por medicamentos 2.5 por ciento y otros medios el 6.2 por ciento.
Una manera de prevenir los suicidios según Martha Palencia Núñez, subdirectora del Instituto de la Salud Mental en el Estado de Durango es la adquisición de habilidades para la vida, es la vacuna contra cualquier enfermedad mental.
En este problema influeyen mucho los medios de comunicación, las historias que transmite la televisión, pues son el patrón a seguir de muchos jóvenes que a falta de identidad y de autenticidad tienen como modelos a seguir a los personajes de los dramas de la pantalla chica, mismas historias que están mal documentadas y tratan situaciones delicadas como depresiones, suicidios, anorexia, entre otras, advierte el Instituto de Salud Mental.
