De acuerdo al médico forense, el suicidio y homicidio se deben en gran parte al consumo de alcohol y drogas, mientras el párroco José Guadalupe Chávez asegura que es por la ausencia de Dios en las personas.
SAN JUAN DEL RÍO, DGO.- La proliferación y consumo de alcohol y todo tipo de drogas incide de manera directa en suicidios y homicidios, pues las personas se tornan violentas y fuera de sí, capaces de cometer actos que en su sano juicio no harían, declara el médico forense, Armando Castillo González.
Por su parte José Guadalupe Chávez Alarcón, párroco de San Juan del Río, señala el olvido del amor en las familias, principal antídoto de todo mal, pues a falta de esto se ha deformado la juventud y sociedad en general. “El mundo esta enfermo de desamor”, enfatiza.
Durante los primeros siete meses del año se han presentado 50 suicidios; en la Comarca Lagunera van 17, ante lo cual Castillo González de la Subprocuraduría de Justicia advierte: “No hay ninguna institución de los tres niveles de Gobierno que haga algo tendiente a evitar los suicidios. Ni la Iglesia, ni los colegios de médicos, sicólogos o siquiatras”.
De acuerdo a las estadísticas del Servicio Médico Forense (Semefo), el 95 por ciento de los suicidios son por ahorcamiento y 5 por ciento restante por arma de fuego e ingestión de raticida. “Los suicidios se dan por lo general en el mismo domicilio de la persona que decide terminar con su vida”.
El 100 por ciento de los suicidios, analiza el forense, eran hombres y todos católicos, “lo que refleja fallas de la Iglesia por no inculcar los valores de la preservación de la vida”, afirma.
Por su parte el presbítero Chávez Alarcón, considera que ese concepto es erroneo, en primer lugar si se puede evitar los suicidios y homicidios si se retoman los valores morales y el respeto a la vida desde el seno familiar y las escuelas, pues lo que ha faltado es capacidad de las personas y falta de un sistema educativo integral.
Admite el Cura que el alcoholismo y drogas avanza en el medio rural, por la ausencia de amor en las familias, muchas veces influye la emigración, el avandono de los padres a los hijos y la miseria que se vive en el campo.
Todo inicia con el concepto erroneo de Dios en los hogares y algunos ni siquiera se atreven a la búsqueda del Arquitecto del Universo, por eso los hijos encuentran un grande vacío en el hogar y empiezan a llenarlo de ideas malsanas que los orillan a la perdición.
Una vez que se concibe a Dios se restaura la psicología erronea y dañada de las personas, esa es la clave para quien busca una solución, añade el padre José Guadalupe, quien tiene la experiencia de convivir con jóvenes drogadictos y alcoholicos, lo mismo en Guanaceví que en Durango y San Juan.
El alcohol y demás drogas son una fuga de las personas por la falta de valores y ausencia de Dios, por eso el mundo va enfermando cada vez más y sus consecuencias se reflejan en el suicidio y violencia.
De las 17 comunidades que atiende el padre José Guadalupe, el principal foco rojo es la cabecera municipal, donde se observa muchos lugares con venta de bebidas embriagantes, la Parroquia esta rodeada de estos, sin que las autoridades apliquen el reglamento.
Mucho se molestan, dice, cuando les hago mención a las personas y autoridades que en San Juan pululan las cantinas disfrasadas de tienditas, pero es la realidad, añade el guía espirital de los sanjuaneros.
En términos generales la solución está en manos de los padres de familia, maestros y tres órdenes de Gobierno, incluyendo a la Iglesia, pero con un plan de trabajo bien definido no hecho al vapor y sin conocimiento.
El forense añade que la gran mayoría de los suicidas, dice, son personas bajo los efectos del alcohol y otro tipo de drogas que deciden terminar de tajo con todo cuando son víctimas de crisis depresivas. Por desgracia, señala, México ocupa el nada honroso sexto lugar mundial en suicidios, según revistas especializadas en el tema.
Los meses en que más ocurrieron los suicidios el año pasado, son junio y julio, con seis cada uno, seguidos de febrero, marzo, abril, mayo, junio y agosto, con cuatro.
AVISAN
El médico fornense, Armando Castillo González, advierte que por lo general, los suicidas en potencia avisan a sus familiares de la decisión que han tomado, aunque no les hacen caso cuando deberían prestarles mayor atención e incluso, llevarlos con algún psicólogo para someterlos a tratamiento especializado.
Respecto a los homicidios, el médico legista dice que el año pasado ocurrieron 30 en La Laguna, cuando en 2005 se registraron sólo 18, lo que refleja un importante incremento que debe llamar la atención de las corporaciones policiales, pues en la entidad se tienen 50 suicidios, amen de los homicidios y hechos de violencia por la misma causa: alcohol y drogas.