Aleks Syntek sigue siendo el mismo

El Universal

MÉXICO, DF.- Nació en Mérida, la tierra de Guty Cárdenas, Armando Manzanero, Ricardo Palmerín, Pepe Domínguez; es decir, esa dinastía de trovadores que guitarra en mano, musicalizaron el amor del Siglo XX mexicano. Sin embargo, la infancia de Aleks Syntek transcurrió entre el rock progresivo de los setenta y el new wave de los ochenta. Este comienzo marcaría el resto de su vida: nunca ha sucedido “lo normal” y en cambio, “lo raro” ha sido un adjetivo común en su carrera.

Él lo tomó a ironía y su primer banda se llamó “Aleks Syntek y La gente normal”. Su primer disco, “Hey tú” contenía música que nunca antes se había escuchado en el ambiente de las disqueras y la radio comerciales.

-Hoy que tienes una vida estable, con matrimonio feliz y una hija ¿Dirías que eres más normal que cuando eras parte de La Gente Normal?

-No. Creo que en esencia sigo siendo el mismo. Ahora me portó un poco mejor que antes, ya no me desvelo y me cuido porque le quiero durar a mi hija; pero en esencia siempre le voy al equipo de futbol que va perdiendo, me gusta el libro del escritor que nadie quiere leer, siempre aplaudo la película que no llena la sala.

-Musicalmente ¿todavía te sientes una isla?

-Padecí mucho tiempo de no pertenecer a un movimiento musical, ni rock, pop o hip hop. Pero con los años se volvió mi bendición tener mi propio nicho; ahora el público que va a mis conciertos es ecléctico: veo igual a rockeros tatuados y radicales que a chavos fresas, papás y niños.

-¿Dirías que la música es una ciencia?

-En alguna parte sí, pero no todo. Es una ciencia pero también un arte y también un aparato reproductor de imaginación y sueños.

-¿El amor es una ciencia?

-No, porque la ciencia es comprobable y el amor no se puede comprobar.

-Si naciste en Yucatán (en Mérida, además), ¿por qué no fuiste trovador?

-Tengo mi lado escondido de trovador y mis influencias de Manzanero, Guty Cárdenas y hasta de Agustín Lara aunque él no haya sido yucateco. Sin embargo, crecí oyendo mucha música anglosajona, mis hermanos me ponían música progresiva y luego escuché grupos new wave de los ochenta y por eso la música que he hecho es más anglosajona y universal que algo regional o folklórico.

En tu nuevo disco Lecciones para Volar incluyes una canción derivada e influida por Nereidas, Has bailado danzón?

-No soy buen bailarín de danzón, soy patético; mis abuelos sí lo bailaban y muy bonito. Yo escuché mucho danzón y hasta ahora pude hacer una catarsis con ese recuerdo. También lo hice porque busco una oportunidad de exportar mi música a Europa. Grupos como Tacuba y Juanes tuvieron más oportunidad de hacerlo porque su música siempre se relacionó con lo latino; ahora yo busco mi lado latino, es decir, hacer música que responda a mis raíces.

-¿Qué ventajas tendría ser un robot?

-Quizá sólo por ser una experiencia disciplinaria, ya que yo soy muy indisciplinado y estoy lejos de ser un robot. Pero mi propuesta es al revés: tratar que los robots tengan corazón, como en la película “Inteligencia artificial”. Además, creo que los músicos tenemos una misión de sensibilizar a la gente cuando se está robotizando demasiado.

-¿Cuándo fue la última vez que escuchaste Hey Tú?

-No hace mucho, quizá hace un par de meses. Me gustó pero definitivamente me gusta más como canto ahora, siento que en aquel entonces tenía la voz demasiado pituda y un tono que me cansa; ahora la voz se me ha engrosado y me gusta más; ahora es amable y antes era más agresiva.

-Visto a la distancia ¿dirías que Thomas Dolby te cegó con su ciencia?

-Definitivamente. Para mí, él era la combinación perfecta entre música diferente y un personaje diferente. Siempre me pareció un tipo antigalán, un científico loco que nunca se preocupó por cautivar a las chicas sino mostrar sus talentos intelectuales, su elegancia de vestir con trajecito y moño.

-¿Hoy te pareces a él?

-Ya no tanto porque yo sí tuve éxito comercial con mi música pero él fue un one hit wonder a pesar de que tiene grandes discos pero tuvo que irse al lado tecnológico (inventó los ring tons polifónicos) para mejorar la situación económica de su casa. Yo la verdad soy un tipo privilegiado porque me he salido con la mía y creo que no soy el estereotipo de cómo debe ser un artista famoso, exitoso y radiable... creo que sí, que me he salido con la mía.