De acuerdo con especialistas del ISSSTE, 30 por ciento de los mexicanos padecen algún tipo de alergia.
El Siglo de Durango
El 30 por ciento de los mexicanos padece algún tipo de alergia, aseguran especialistas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), enfermedad que puede tener un control definitivo.
Algunos elementos como el polvo, polen, alimentos y hasta medicamentos pueden desencadenar reacciones alérgicas, problema que llega a afectar entre el 25 por ciento y 30 por ciento de la población en el país, advirtió el doctor Javier Gómez Vera, especialista del Hospital Regional Adolfo López Mateos de este instituto.
Señaló que por razones genéticas los mexicanos están más propensos a desarrollar este padecimiento que los habitantes de otras naciones.
El Jefe del Servicio de Inmunología y Alergia de este nosocomio señaló que los estilos de vida adoptados en las ciudades durante los últimos 50 años han detonado estas enfermedades. Las alfombras, tapetes y adornos de peluche almacenan polvo y permiten la proliferación de ácaros, microorganismos que se alimentan de la descamación de la piel humana.
Las evacuaciones de estos microorganismos flotan fácilmente en el aire, penetrando en nariz y bronquios de las personas, lo que deriva en la alergia.
El adecuado manejo de los procesos alérgicos permite evitar complicaciones como sinusitis crónica, formación de pólipos nasales, obstrucción nasal persistente y predisposición a infecciones de vías respiratorias que, aunados a tabaquismo y contaminación ambiental, impactan severamente en los niveles de salud de los pacientes.
Además, otro activador de las alergias es la inhalación de esporas de hongos que usualmente se alojan en las paredes de los baños y refrigeradores; al secarse flotan en el ambiente y así son inhaladas. Similar efecto producen los microorganismos que se alojan en el pelo de perros, gatos y plumas de ave, por lo que no es recomendable que convivan con las personas afectadas.
La polinización en primavera es un periodo de riesgo para los pacientes afectados por rinitis alérgica. El problema surge cuando el viento arrastra los granos de polen y los lleva hasta la nariz de las personas, activando las crisis.