El gobierno de Bolivia enfrenta la amenaza de un eventual desborde del conflicto social que inició el pasado fin de semana con la aprobación de una nueva Carta Magna por la Asamblea Constituyente, con el anuncio de nuevas protestas.
El clima de tensión que vive el país andino podría agudizarse en diciembre entrante, tras la decisión de gremios y organizaciones sociales de la región de Santa Cruz de radicalizar sus manifestaciones y protestas en la calle a partir del próximo lunes.
Aunque la administración del presidente Evo Morales ha minimizado las protestas y asegurado a los prefectos y dirigentes opositores que defenderá la democracia y la integridad del país, las movilizaciones podrían arreciar por la latente inconformidad social.
El Comité Cívico pro Santa Cruz, del que forman parte los prefectos y cívicos de esa zona del país, instó a los opositores a Morales a iniciar una huelga de hambre a nivel nacional a partir del lunes de la próxima semana.
El polarizado clima social ha llevado al relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los Indígenas, Rodolfo Stavenhagen, a visitar Bolivia.
El enviado especial de la ONU tiene previsto reunirse en el transcurso de este jueves con el presidente Morales, quien lo recibirá en el palacio de gobierno para explicarle cómo se desarrolló el proceso constituyente.
Según la oficina de prensa del Ejecutivo, el mandatario boliviano dará a conocer en esta oportunidad que su gobierno es respetuoso de los principios democráticos y de la legalidad del país.
Stavenhagen también visitará comunidades indígenas en varios departamentos bolivianos, donde evaluará el reconocimiento de sus derechos en la nueva Constitución, el derecho originario y su administración de justicia, así como la reforma agraria.
El viceministro del Interior de Bolivia, Rubén Gamarra, desestimó por su parte el éxito del paro que la víspera iniciaron habitantes de seis de los nueve departamentos del país y aseguró que la movilización 'fue un fracaso' a pesar del uso de la violencia.
'Este paro tuvo como componente esencial a la violencia, el amedrentamiento y la confrontación. Se intentó generalizar la violencia, que se quiso trasladar de Sucre a otros departamentos' del territorio nacional, afirmó Gamarra.
El paro cívico fue acatado de manera parcial en las regiones de Santa Cruz, Cochabamba, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca, aunque para el próximo lunes se prevé una huelga más amplia tras el llamado a movilizarse del Comité Cívico pro Santa Cruz.
Mediante una resolución de cinco puntos, el Comité Cívico establece que pasarán a la resistencia civil movilizada ante el "quiebre de la democracia" y declararán una huelga de hambre general e indefinida en todo el país a partir del próximo lunes.
Los opositores a Morales exigen 'profundizar y consolidar el proceso de legitimación popular del proyecto del estatuto autonómico para cumplir con el mandato del referéndum del 2 de julio y el cabildo del 15 de diciembre de 2006'.
Este jueves, los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) se reunirán en La Paz con el gobernante boliviano para exhortarle a respetar la legalidad y los principios democráticos, según medios locales.
El gobernante recibirá a los diplomáticos, quienes le entregarían un documento que establece el deseo del bloque europeo para que Bolivia pueda encontrar un camino de unidad y de consenso en el marco de la Asamblea Constituyente.