TORREÓN, COAH.- Durante la temporada de calor, se incrementa hasta un 50 por ciento el riesgo de infecciones derivadas de la colocación de piercing y contrario a lo que tradicionalmente ocurre, lo mejor es realizar la perforación en la época de frío, cuando hay menos sudor, y por ende, menor probabilidad de complicaciones.
Jesús Zacarías Godoy, especialista en cirugía plástica del Hospital General de Zona número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Coahuila, explicó que los piercing son perforaciones que se realizan en diferentes partes del cuerpo, y a pesar de que los padres muchas veces se oponen a este tipo de “moda”, generalmente los jóvenes terminan por realizarlas sin conocimiento de las consecuencias que les puede generar.
La gran mayoría de las personas que se perforan lo hacen durante la época de primavera o verano, para lucir el “pendiente” o “argolla” inmediatamente después, y si es posible en el periodo vacacional, sin tomar en cuenta la amplia serie de cuidados que requiere y que se incrementan justamente en estas temporadas.
Señaló que tanto el piercing como los tatuajes tardan semanas y en ocasiones hasta meses en sanar, dependiendo de la zona y como cualquier procedimiento médico puede desencadenar complicaciones. Los principales riesgos son infecciones, sangrado e inflamación.
Dentro de los aspectos fundamentales que el paciente debe cuidar destaca el mantener la zona limpia y seca, libre de sudor y polvo, se debe evitar el contacto con tierra, arena y agua de albercas y mar, por lo menos hasta que haya pasado el periodo de cicatrización.
A decir del médico cirujano plástico, Jesús Zacarías Godoy, el 47 por ciento de la población en algún momento genera reacciones alérgicas al níquel y lamentablemente, por su precio accesible, éste es el material de mayor uso en el piercing.
Lo ideal es aplicar “pendientes” o “argollas” de materiales como el oro (preferentemente de 18 kilates) o el titanio, que son menos generadores de alergias, pero cuyo precio es más elevado.
Es importante verificar las condiciones de higiene del lugar, conocer exactamente los riesgos y sobre todo, pensar si en el futuro se querrá portar, ya que la mayoría de los procedimientos dejan “marcas” o cicatrices que no son reversibles, concluyó.
Cuidados
Entre los aspectos fundamentales que el paciente debe cuidar destacan:
Mantener la zona limpia y seca.
Libre de sudor y polvo.
Se debe evitar el contacto con tierra, arena y agua de albercas y mar.
Cuidarse en el periodo de cicatrización.
FUENTE: IMSS
