Alonso arremete contra McLaren
MADRID, ESPAÑA.- El piloto español Fernando Alonso culpó a su escudería, McLaren-Mercedes, por no haber conseguido el campeonato mundial de pilotos en la Fórmula Uno, debido a que tomó malas decisiones durante la segunda mitad de la temporada.
El corredor ibérico declaró a una radioemisora de su país que no recibió ayuda de su propia agrupación, por lo que fue muy complejo pelear para conseguir el título, mismo que se adjudicó el finlandés Kimmi Raikkonen, de Ferrari.
"Seguramente McLaren perdió el campeonato por algunas decisiones que tomó en la segunda parte del campeonato. No es ningún secreto que no me ayudasen. Las últimas carreras era correr atado de pies y manos porque no tenía ningún tipo de poder de decisión", sentenció.
El volante hispano señaló que "tenía que hacer lo que ellos dijesen y como dijesen", por lo que resultó complicado alcanzar en el puntaje a su coequipero, el inglés Lewis Hamilton, y al final ambos se fueron con las manos vacías.
El bicampeón del mundo con la agrupación francesa Renault estableció que la escudería del "Cavallino Rampante" realizó "mejor su trabajo que el resto de equipos", por lo que se llevaron con justicia la corona.
Futuro incierto
El equipo en el que el español Fernando Alonso, que el domingo no pudo lograr su tercer título mundial seguido, competirá el año que viene en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno sigue estando en el aire.
Sin embargo, las opciones más realistas pasan por permanecer en su actual equipo, McLaren-Mercedes, con el que tiene dos años más de contrato, o regresar a Renault, cuyos responsables no han ocultado su interés por recuperar al piloto.
La tensa relación que Fernando Alonso mantiene con su equipo y, sobre todo, con su jefe, el británico Ron Dennis, ha lanzado insistentes rumores sobre la inminente marcha del español. El equipo ha insistido hasta la saciedad que no iba a hablar de contratos hasta que acabara la temporada.
Sin embargo, el ambiente de aparente armonía con el que comenzó el Gran Premio de Brasil, con Alonso y su compañero, el británico Alonso, intercambiándose sonrisas y gestos durante la rueda de prensa oficial previa a la última cita del año, pareció haber dado un cambio de rumbo a la situación. La aparente enemistad se convirtió en complicidad casi idílica.
