Familias de refugiados palestinos con sus pertenencias abandonan el campamento de Nahar al Bared al norte del Líbano, que es centro del conflicto entre islamistas y el Ejército. (EFE)
El ministro de Defensa libanés, Elías Murr, lanzó un severo ultimátum ayer al grupo islámico que se ha atrincherado en un campamento de refugiados palestinos, diciendo que si no se rendían enfrentarán una ofensiva aplastante del Ejército.
“El Ejército no negociará con un grupo de terroristas y criminales. Su destino es el arresto y si se resisten, la muerte”, dijo el ministro Elías Murr, en una entrevista a la televisora Al Arabiya, en referencia al grupo radical islámico Fatah al Islam.
Cientos de civiles palestinos abandonaron entretanto el campamento de refugiados que estaba sitiado por las autoridades libanesas, aprovechando una tregua negociada horas antes.
Alrededor de 15 mil personas, casi la mitad de los residentes del campamento, huyeron la noche del martes, mientras que unos mil salieron ayer, dijeron funcionarios.
Aquellos que huyeron revelaron que las calles de Nahar el Bared se habían convertido en un macabro cuadro de cadáveres esparcidos por el suelo con edificios destruidos. Funcionarios de la ONU dijeron haber recuperado al menos 20 cuerpos sin vida de civiles.
Pese a la salida de miles de personas, persistía la duda de cuánto aguantaría la tregua, ya que había temor que permitir la huida de los civiles daría paso a un enfrentamiento masivo.
El Gobierno libanés se ha mostrado determinado en acabar con el movimiento insurgente, considerado afín a Al Qaeda. El Ejército reforzó sus posiciones en los alrededores de Nahar el Bared.
HASTA LA MUERTE
Un importante líder de Fatah al Islam dijo que su grupo jamás se rendiría y prometió que lucharían hasta la muerte si son atacados.
“Estamos dispuestos a aceptar un cese al fuego permanente si nos podemos quedar, si se detiene la acción militar en nuestra contra y si se permite que retorne la normalidad al campamento”, dijo el militante Abu Hureira dentro del campamento.
“Si ingresan, estamos preparados. Pueden intentarlo pero no lo lograrán. Se encontrarán con una masacre”, dijo Abu.
Durante la noche se escucharon tiroteos esporádicos, dijeron testigos. Sin embargo, la calma temporal permitió que muchos residentes salieran con sus pertenencias en bolsas de plástico.
“Es muy tensa la situación”, dijo Rania Mustafa, de 23 años, quien caminaba con un niño y un bebé en sus brazos.
Muchos de los refugiados han encontrado protección en el cercano campamento, también palestino, de Beddawi, donde funcionarios de la ONU han suministrado alojamiento, colchones, agua y alimentos.
Los encarnizados combates, que al parecer se han cobrado ya la vida de más de un centenar de personas, entre milicianos, soldados y civiles, se prolongan desde hace cuatro días en Nahar al Bared, un barrio de apenas dos kilómetros cuadrados en el que viven entre 30 mil y 40 mil personas.
Miles de ellas han logrado huir del mismo en las últimas horas gracias a un alto el fuego en vigor, de forma intermitente, desde el martes.
Anuncian muerte de ‘número dos’ de Fatah al Islam
El Ejercitó libanés halló ayer el cuerpo sin vida de “Abu Maidan” , el supuesto número dos del grupo extremista radical sunita Fatah al Islam, informaron ayer responsables militares libaneses.
Según las fuentes, citadas por las televisiones locales, el cadáver del supuesto militante sunita fue encontrado en el barrio de Al Aida, vecino al campo de refugiados de Nahar al Bared, escenario desde hace cuatro días de intensos combates entre el Ejército libanés y el citado grupo radical.
Horas antes, diversos rumores que circulaban por los alrededores de Nahar al Bared indicaban que el líder del grupo, el palestino Shaker Abassi, había sido herido ayer cuando trataba de huir del campamento.
Ninguna de ambas informaciones han sido confirmadas por los rebeldes, que han jurado luchar hasta la última bala y contagiar su ardor al resto de los campos de refugiados palestinos si el Ejército libanés prosigue con sus hostilidades.