Es importante comenzar a proteger la audición del niño a una edad temprana, ya que la pérdida de audición inducida por ruido es acumulativa y ocurre de forma gradual a lo largo de los años.
El oído de los más pequeños es delicado, y los padres no piensan que el estruendo puede dañarlos con cierto tipo de juguetes.
La estridencia es algo común en la vida de la ciudad, los oídos son sometidos a diario a una tremenda presión auditiva, de la cual no escapan ni chicos ni grandes; se trata de un escenario de guerra en el cual los expertos en asuntos auditivos recomiendan proteger a los niños y no regalarles juguetes escandalosos.
En las calles el estruendo es algo de lo que no es posible escapar, los altoparlantes en los puestos, los motores de autos y camiones, e incontables sonidos componen una sinfonía terrorífica que daña al oído, como lo hacen algunas pistolas y armas de juguete que funcionan con pilas y pueden producir un ruido de entre 110 y 135 decibeles, algo dañino para los pequeños.
Los especialistas de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Fesormex) advierten que no se trata de un juego, pues el nivel de ruido producido por estas armas es similar al generado por un camión pesado o el que genera un concierto de rock.
Pero no sólo los disparos en el juego constituyen una amenaza para el oído, ya que el estruendo de cajas de música y robots que llegan a elevarse hasta los 85 y 95 decibeles puede dañar la capacidad auditiva. La federación llama la atención sobre que los juguetes ruidosos no son un problema sólo para los niños, pues los padres también sufren sus efectos dañinos, ya que frecuentemente encuentran que la estridencia es irritante y molesta.
La pérdida de audición inducida por ruido es acumulativa; ocurre de forma gradual a lo largo de los años. Por eso es importante comenzar a proteger la audición del niño a una edad temprana. Debido a los cortos brazos de los pequeños el juguete ruidoso es potencialmente más peligroso, ya que el niño lo sostiene más cerca del oído. Además, la forma de divertirse con los juguetes no sigue las recomendaciones de uso propuestas por la industria.
NADIE ESCUCHA.
Los especialistas piden a la gente que atienda las recomendaciones de la Fesormex. Por ejemplo, que cuando los familiares compren regalos prefieran juguetes poco ruidosos.
Hay productos que cumplen los sueños de los pequeños y nos les afectan. Por esos los padres, familiares o amigos deben pensar en la seguridad y los aspectos molestos de los juguetes ruidosos, tienen que considerar que estos artículos escandalosos fomentan la idea de que la salud auditiva no es importante.
Los efectos perjudiciales de la exposición reiterada a ruidos intensos durante la vida, es algo de lo que se debe advertir a los pequeños. "Educar a los hijos acerca de la importancia de conservar su capacidad auditiva como medida de prevención, y enseñarles hábitos de escucha saludables es tan importante como concentrarse en la fuente directa de ruido", señala.