Guillermo Ochoa, arquero del América, reconoce tener algunos cábalas, aunque asegura no ser supersticioso; afirma que utilizar una playera de las Águilas estilo retro le ha dado la suerte en su serie ante las Chivas Rayadas en la liguilla. (El Universal)
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- El portero de las Águilas del América, Guillermo Ochoa, dice no ser supersticioso, incluso asegura tampoco tener cábalas, aunque claro que cuando un suéter trae tanta suerte, cualquier cosa puede cambiar.
El jueves ante Chivas del Guadalajara sabía que era un día especial. Lo había anunciado. Esa playera de estilo retro que evoca al América de los años 80s estaba reservada para una de esas ocasiones en que el anuncio deja leer: “utilícese en caso de incendio” y el clásico de ida en las semifinales contra Chivas era una de esas ocasiones.
Al igual que en la campaña regular, Ochoa utilizó la playera con el triángulo invertido sobre el pecho, y como sucedió entonces, América salió con la victoria de 1-0 sobre el Guadalajara.
El cancerbero lo confirma. “Ese suéter creo que nos ha traído suerte, aunque la verdad es que sin el trabajo y la mentalidad de todo el equipo nada podría haberse logrado”.
Como si en el diseño, que recuerda una época gloriosa para los americanistas, estuviera implícito un conjuro, Ochoa reconoce que el jueves surtió el mismo efecto que el que se vio en el torneo y espera que tal hechizo se mantenga hasta el final del juego de vuelta en Estadio Jalisco. “Está dando resultados y espero que se mantenga para el domingo”, señala.
El portero americanista explicó que si no uso dicha playera para jugar el duelo de ida ante Santos de Brasil no se debió a que el partido no representara un momento especial. “Era un partido de cuartos de final de Copa Libertadores ante un equipo muy importante, pero preferí guardarlo y creo que estuvo bien”, comenta.
Pero más allá del aura que pueda sentirse alrededor de una prenda, los lances del guardameta ante Chivas, sobre todo en los últimos minutos del partido cuando mandó un remate de cabeza a tiro de esquina, son producto de un arduo trabajo, más que de un gran toque de suerte.
Ochoa lo reconoce, lo mismo que sabe que es parte de su trabajo, nada más, aunque no niega su satisfacción porque lances como ese evitaron que Chivas pudiera empatarles el encuentro.
“Me quedo contento porque al final pesó para el equipo, y para que saliéramos con la victoria, pero a final de cuentas es parte de mi trabajo, tratar de mantener nuestra portería en cero”, asegura.
Una labor que termina con él, pero que comienza en el ataque americanista. “Claro que esa es una labor de todos nosotros, desde los delanteros, pasando por los medios y los defensas, tratar de mantener el cero”, dice.
Y lejos de sentir que la emoción se desborda por la victoria obtenida el jueves, pone freno y advierte la concentración que deben mantener para pagar la visita al chiverío, “Chivas juega muy bien en casa, tiene jugadores muy peligrosos y no podemos salir a defendernos, sino a atacar como lo estuvimos haciendo en el Azteca”.
Por encima de todo, los pies bien puestos sobre la tierra, sin importar lo vivos que estén en ambas competencias, después de todo el portero americanista reconoce: “Todavía no hemos ganado nada. Faltan los partidos de vuelta, pero estamos para cosas grandes y la mentalidad de este equipo es muy fuerte”.
