Y va de historia: cuando el Dr. Saúl Gómez Martínez, iniciaba sus gestiones como presidente del consejo directivo del Club Sembradores de Amistad de Torreón para el periodo 1992/93, tuvo la feliz idea de solicitar un espacio en las páginas de este importante diario El Siglo de Torreón, espacio que tuviera como misión específica hacer presencia de nuestro club ante la sociedad lagunera y, al obtener respuesta satisfactoria, se le ocurrió que fuera este cura quien se hiciera cargo de esa tarea informativa. Así se creó esta columna cuya primera aparición se remonta al segundo jueves del mes de septiembre de 1992. Así pues, somos quinceañeros que hoy estamos celebrando con desbordada alegría tal acontecimiento.
¿Por qué se le ocurrió al Dr. Saúl Gómez que fuera éste tu servidor quien escribiera las notas informativas? Tal vez porque él es uno de los correspondientes de mi carta navideña que desde 1971 envío a mis amigos o por otras misteriosas razones, el caso es que me dio la oportunidad de retribuir en servicio, lo mucho que del club he recibido, principalmente, la satisfacción de convivir con gente de relevante presencia en la comunidad y, a la vez; de iniciar y conservar la amistad con personas a quienes quiero y aprecio mucho por sus dotes morales.
Mas aún. En esta casa editora conocí, y con el tiempo fueron entrañables amigos: Paco Fernández Torres, Jorge González Juambelz, Emilio Herrera Muñoz, ya fallecidos, y a quienes siguen vigentes en mi amistad, Lic. Miguel Ángel Ruelas Talamantes y doña Beatriz Ruiz de González Juambelz, madrina y mentora de esta columna.
El madrinazgo de doña Beatriz ha sido vital para la sobrevivencia de la columna, pues desde la primera publicación de Amigo Sembrador hasta la presente que estás leyendo, no sólo la incluye entre las notas sociales que envía al periódico para su publicación, sino que muchas de las veces corrige uno que otro de mis dislates. La señora González –como la conoce todo el medio social de Torreón- ha trabajado en esta compañía editora desde la edad de diecisiete años y en todos los años transcurridos, cuanta persona acudimos a ella siempre hemos recibido su trato amable y bondadoso. Por mi parte deseo expresar mi gratitud a El Siglo de Torreón y a doña Beatriz por su patrocinio a esta columna que hoy cumple quince años de existencia.