Debo expresar mi respeto y admiración a las personas con quienes tuve el honor de integrar la Comisión de Relaciones Públicas dentro del Comité de Festejos para la celebración del Centenario de Torreón, por el empeño que pusieron en el cumplimiento de la tarea a ellos encomendada como consejeros numerarios, pues gracias a esa pasión, a la mística que impusieron para la realización de los proyectos presentados, se pudieron llevar a efecto casi todos ellos, como lo fueron las misas solemnes de apertura y cierre de las festividades, el troquelado de las monedas conmemorativas, las dos emisiones del billete de la Lotería Nacional alusivos al centenario y el sorteo en esta ciudad del segundo de ellos, la emisión de los cinco timbres postales conmemorativos, el establecimiento de nuevos convenios en el programa de la Asociación Nacional de Ciudades Hermanas, el programa de Hermandad Lagunera iniciando contactos con autoridades y miembros de la iniciativa privada de los municipios que integran la Comarca Lagunera, fincar las bases para la ciudad del conocimiento y como magnífico corolario, el Foro Internacional Pro Paz.
El peso en la coordinación, seguimiento de secuelas y vigilancia para presentar y llevar a efecto todos los proyectos, estuvo sobre los hombros de Dr. Ignacio Méndez Lastra, Ing. Ángel Morales Morales y Lic. Irma Gómez Soriano, teniendo la participación valiosa y entusiasta de la Lic. Querube Lizárraga Trujillo, don Tomás López Alonso, don Carlos Villarreal Montemayor, don Jesús Manuel Martínez Adriano, Dr. Guillermo Milán Montenegro, Ing. Santiago Vera Hernández, Lic. Eduardo Iduñate Ramírez, C. P. Gabriel de León Alanís, Ing. Javier Ruiz Rodríguez, Lic. Alejandro García Cervantes y Lic. Manuel Lee Soriano.
En los dos años transcurridos desde que se iniciaron los preparativos de los eventos, se tuvieron varias juntas plenarias con el comité ejecutivo de los festejos y diversas juntas por cada una de las comisiones.
Por lo que respecta a la Comisión de Relaciones Públicas, tuvimos reuniones todos los meses y cuando fue necesario se efectuaron cada semana, por lo tanto, este vocero fue testigo del orden, la seriedad, la dedicación que se puso para presentar proyectos y una vez aprobados, vigilar con minuciosidad cada detalle para su mayor éxito, por eso les reitero mi admiración y respeto a cada uno de mis compañeros de comisión. Y ahora... ¡Hasta el próximo centenario!