Cuando se inició esta columna –de eso hace ya quince años- la periodicidad de su publicación fue catorcenal, un jueves sí y otro no, porque es el ritmo de las sesiones comida del Club Sembradores de Torreón y son esos eventos los que dan temas para los comentarios que aquí aparecen, sin embargo, en agosto del año próximo pasado, estando próxima la fecha en que debían iniciarse los festejos del Centenario de Torreón, el Dr. Ignacio Méndez Lastra, pidió fuera este servidor tuyo el vocero de la Comisión de Relaciones Públicas que él presidía. Para cumplir con esa petición hube de pedir la anuencia, del Club Sembradores a Jesús Campos Villegas su entonces presidente y del periódico El Siglo, a la señora Beatriz Ruiz de González Juambelz, quienes generosamente aceptaron la petición...
Resulta que después de un año –de septiembre de 2006 a septiembre de 2007– de múltiples y diversos actos conmemorativos, la danza terminó, por lo que no tenemos del Centenario algo que reseñar o comentar, obligando a que desde este mes regresemos a la publicación de Amigo Sembrador cada dos semanas, no sin antes dar las gracias a doña Beatriz por el espacio concedido para aquel fin.
Como aún quedan líneas a disposición y comentarios qué hacer, permíteme platicarte que el fin de la semana pasada estuvimos ocho miembros del clan Ledesma Torreblanca en la ciudad de Cuernavaca, para asistir a la reunión anual de los descendientes del apellido Toussaint, cuyo tronco don Antoine Toussaint Rochette, vino a instalarse en tierras mexicanas en 1837 hasta su muerte en 1884. Casado por tercera vez, por la muerte de sus dos anteriores esposas, ese tronco tuvo tres frondosos ramales que después de ciento setenta años transcurridos, alcanzan a sumar siete generaciones con un total de 1622 personas, 600 de las cuales viven aún.
El Dr. Manuel Toussaint Vargas (una calle de la colonia de los Doctores en la Ciudad de México lleva su nombre) y doña Carmen Ritter Cueto, exponentes de la segunda generación de la primera rama, tuvieron trece hijos, entre ellos María Luisa casada con Alberto Torreblanca, padres de mi esposa Martha, por lo que a ella le corresponde de segundo apellido Toussaint, motivo por el cual asistimos a la décima segunda reunión anual de los descendientes del multicitado apellido, reuniones que se han caracterizado por la alegría de sus participantes y porque en eso de bailar, damas y varones cansarían al más esforzado y resistente matachín.
Todos los miembros de la familia Toussaint Ritter tuvieron destacada actuación en el mundo literario y de las artes. Por casos citaré a Manuel, crítico de arte e historiador, fecundo escritor autor de las obras Arte Colonial en México, Paseos Coloniales, la Catedral y Las iglesias de Puebla, referente obligado de todo estudioso del arte colonial. Carlos, escenógrafo de multitud de películas y estupendo pintor retratista. Antonio, autor de varios libros, entre otros, de El Plateresco en la Nueva España, Acuarelas y Resumen Gráfico del Arte en México. Fue además excelente fotógrafo artístico.
De la rama y cuarta generación, dos renombrados artistas conocidos nuestros son Eugenio, estupendo compositor y jazzista, que ofreciera recientemente un exitoso concierto en el Teatro Nazas y su hermana Cecilia, actriz, cantante y arreglista musical de temas modernos y... no le sigo porque no acabaríamos en todo el día.
