Continuar una tarea al mismo nivel, cuando los que te antecedieron lo han hecho con acierto y brillantez, tiene sus bemoles o su do de pecho, como se dice en términos musicales, el asunto es que Jorge Guajardo Esquivel, nuestro presidente y solistas que lo acompañan, están empañados en dar las notas más altas en la dirección del Club Sembradores de Torreón, en tres puntos clave: primero, aumentar la membresía hasta alcanzar la más alta de su historia, segundo fortalecer al comité de becas del club, de manera de favorecer al mayor número posible de jóvenes estudiantes en carrera universitaria o tecnológica y tercero, incrementar la asistencia de socios a nuestros eventos y con ello alcanzar un mayor esplendor.
La sesión comida anterior tuvo efecto en el feudo de Miguel Ramos Galiano con una asistencia de cuarenta y nueve socios y un invitado, con la anfitriona de Pepe Abdo, Ramón Iriarte, Salvador Jalife y Armando Martínez, quedando muy complacidos todos cuantos acudimos al evento, por el propio ambiente que tan numerosa asistencia provocaba y por la variedad de platillos ofrecidos en que para todos los gustos hubo; en esto Miguel Ramos se voló la barda.
Ahí se nos anunció que hoy jueves, en el Museo Arocena, al filo de la una y media de la tarde, celebraremos el nonagésimo séptimo aniversario del inicio de la gesta revolucionaria, invitando para que asistamos portando sombrero ancho, cartuchera al cinto y carabina 30-30 al hombro, indumentaria propia en ese movimiento armado, así que conociendo el entusiasmo de muchos de nuestros revolucionarios compañeros y adelitas que los acompañan, muchos de ellos irán caracterizados como auténticos combatientes, además que el “campamento” estará bien provisto de comestibles con una variedad de platillos mexicanos servidos ¡ahí nomás! En vajilla de Talavera.
En cuanto a festejos todavía nos queda nuestra tradicional posada para el próximo día 30 que promete ser sensacional, con la presentación de la comedia musical “Voces, Luz y Sonido” espectáculo organizado por Jorge Guajardo y Pipe Rodríguez, después, el jueves 13 de diciembre, tendremos la misa de acción de gracias y una vez cumplido nuestro deber religioso, nos ofrecen en un salón anexo la gran tamalada con atolito blanco y champurrado.
Sólo nos queda desearle al buen amigo Antonio González Dueñes la mejor de las suertes, ahora que cambia sus oficinas a la Ciudad de los Palacios, llevándose la seguridad de nuestro aprecio y estimación ganados a pulso por su don de gente y simpatía.