El Universal
MÉXICO, DF.-Desde los siete años hasta la bombita mágica, Andrés García ha sido siempre un astro que gira alrededor del sexo y, como dice el refrán, genio y figura, hasta la sepultura.
La luz primera la vio en Santo Domingo, República Dominicana. ?Ahí pasé mi infancia hasta los 12 años, fue agradable y sin problemas?.
Aún siendo chiquillo, fue a radicar junto con sus padres y hermanos a República de Chile, por seis años, ?allá cursé la secundaria y la preparatoria, fue en mi adolescencia, aunque creo que fui adolescente hasta los 35?. Por el trabajo de su padre se trasladaron a México. Su carácter y sus constantes problemas con sus progenitores obligaron a Andrés a abandonar su casa a los 17 años, ?me volví parrandero y trasnochador. Mi forma de vivir no les parecía a mis padres, pero no se opusieron. Aburrido de estudiar, dejé la Universidad. Tampoco trabajaba. Me dediqué a la vagancia?.
Antes de volverse actor decidió buscar nuevos horizontes en Acapulco, ?para entonces vendía cafeteras y refrigeradores. Veía poco a mis padres. Tendría 20 años cuando me encargaron la ?concha? del beach club de un hotel. Ahí conocí y me hice amigo de instructores de una escuela de buceo. Llevaban una vida a toda mad... Renuncié al hotel y gracias a ellos me convertí en maestro de buceo?.
Cuando Andrés fue descubierto para el cine, se corrió la versión de que era un muchacho lanchero, ?fue una historia novelesca inventada por los productores y los periodistas. Un lanchero es parte de la escala social más baja de Acapulco, no así los buzos. Lo quise aclarar, pero así lo dijeron los medios y así se quedó?.
Siendo aún buzo, el actor se vio envuelto en un problema de balazos en pleno centro de Acapulco ?y tuve que dejar el puerto. En México me convertí en maestro de inglés?. Se niega a decir el motivo de la balacera, pero habla de Sandy, una bella chica estadounidense que conoció al regresar a vivir más tarde al puerto del Pacífico, ?ella vacacionaba en Acapulco y terminamos casándonos. Es la madre de mis hijos Leonardo y Andrecito. Fue entonces cuando me llegó la oferta de Chanoc. Aunque estaba casado seguía mis aventuras amorosas de siempre. Finalmente nos divorciamos, luego me casé con Sonia Infante, cuya violenta unión provocó escándalo. Fue una cosa terrible. También estuve legalmente unido con la colombiana Mary Claire. En total, han sido tres matrimonios con papeles pero he vivido como con siete mujeres distintas?.
Cuando Andrés se hizo actor tuvo que venirse a vivir a México con su esposa Sandy, quien ya esperaba a Andrecito, ?empecé con el cine y a pasar hambre otra vez.
?Firmé para Chanoc contrato para tres películas, una por año, recibiendo pago inicial de 18 mil pesos. Me hablaron maravillas de lo que sería mi carrera fílmica. Lo de Chanoc me cayó de sopresa y estando aquí nació Andrecito. Tuve que alquilar, por indicaciones de los productores, un departamento cerca del Condominio de Cineproductores. Se me fue todo el dinero. Por el éxito del filme, se reestrenaron más de una vez y aplazaron las otras cintas. Ya no cobré más. ¿qué voy a hacer? Les dije. A ver cómo le haces, fue su respuesta. Me encontré sin chamba, con mi esposa, un hijo y sin dinero para su leche. Todo un actor y no tenía ni para comer?.
La amarga experiencia la resolvió rompiendo el contrato de exclusividad ?y acepté otros papeles, de la importancia que fueran, en cintas de otros productores?.