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SAO PAULO, BRASIL.- La supermodelo Giselle Bündchen afirmó que los únicos culpables en el tema de la anorexia entre las modelos las familias y no la industria de la moda.
?Nunca padecí este problema porque en mi familia tuve apoyos fuertes?, dijo Bündchen al diario local O Globo, en una entrevista publicada el viernes. ?Los padres son los responsables, no (el mundo de) la moda?. La modelo de 26 años estuvo en Brasil para el festival de la moda Fashion Rio, donde algunos de los máximos diseñadores tienen la oportunidad de exhibir sus creaciones.
La anorexia, que es un trastorno en el hábito alimenticio causado por un temor a engordar que genera aversión a la comida y una pérdida considerable de peso, se convirtió en un tema candente en Brasil tras las muertes de cuatro jóvenes el mes pasado, incluyendo a la modelo de 21 años Ana Carolina Reston.
Publicado a lo largo de las primeras planas de diarios en todo el país, el tema se volvió una morbosa fascinación para los brasileños, e inclusive se convirtió en el tema central de una popular telenovela. También desencadenó un debate dentro de la industria de la moda brasileña que durante largo tiempo presentó a las delgadísimas modelos como el prototipo de la belleza femenina.
?Todos saben que ser delgada es el estándar para las modelos?, expresó Bundchen. ?Pero no puedes generalizar y decir que todas las modelos son anoréxicas?.
Bundchen, quien dejó el hogar de sus padres para irse a modelar tres meses a Japón cuando tenía 14 años, subrayó que para ella la clave fue el apoyo familiar.
?Dejas tu hogar, la protección de tus padres, pero sabes que todavía tienes su apoyo?, dijo la brasileña, quien tiene cinco hermanas.
Lucha NY contra la anorexia
Hay inquietud en Nueva York, sede de algunos de los nombres de las figuras más importantes de la moda a nivel mundial, por el problema de la anorexia que ya ha cobrado la vida de cinco modelos en el Cono Sur.
Así, el Council of Fashion Designers of America (CFDA) poderoso grupo que tiene entre sus miembros a Carolina Herrera, Oscar de la Renta, Marc Jacobs, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren y Donna Karan, y que es presidido por la creadora Dianne Von Fursternberg, ha decidido formar un comité para ocuparse de este asunto. La llamada Gran Manzana, famosa por sus desfiles que imponen tendencias (más de 60 en una semana con dos ediciones al año: Primavera-Verano y Otoño-Invierno, que se celebran en Bryant Park en pleno centro de Manhattan), difundirá una serie de recomendaciones para alentar el cuidado de la masa corporal de las modelos que participen en estas pasarelas.
Sobre todo ahora, que está a punto de iniciarse la próxima temporada, del 2 al 9 de febrero. Von Furstenberg, famosa por diseñar el vestido envolvente en los años 70, y por haber estado casada con un príncipe, afirmó a medios locales que incluirá en esta comisión a nutricionistas, psiquiatras y preparadores físicos.
Estos especialistas evaluarán y determinarán que las chicas que modelen en el evento se encuentren en perfecto estado de salud y no transmitan imágenes equivocadas a la juventud.
Este hecho se considera inédito, ya que Nueva York es uno de los lugares que más prefiere a las chicas muy esbeltas, incluso sus creadores afirman que lucen mucho mejor sus vestidos en chicas con poco pecho, poca cadera y de gran estaturas. Un ejemplo de esta tendencia fue la famosa modelo Christy Turlington, quien en los 90 fue duramente criticada en estas pasarelas por lucir en un desfile de Calvin Klein un busto opulento y amplias caderas.
Los críticos literalmente se avalanzaron sobre de ella, por lo que tuvo que seguir un régimen estricto para modificar su figura. El debate sobre la anorexia en las modelos ha cobrado fuerza desde el año pasado cuando las autoridades de Madrid decidieron reglamentar el peso mínimo de la masa corporal (resultado de dividir el peso entre el cuadrado de la estatura) de las modelos. Inmediatamente después Milán dictó medidas similares al respecto (un código ético que prohíbe desfilar
a chicas desnutridas), y la Semana de Moda de Sao Paulo anunció esta semana el lanzamiento de una campaña informativa sobre los peligros de esta grave enfermedad.
París y Londres aún no han tomado medidas a este respecto.
