“El noventa por ciento de los políticos le da al otro 10 por ciento mala fama”.
Henry Kissinger
A veces parece que los políticos, como los buitres, sólo están esperando las tragedias humanas para buscar provecho personal. En ningún lugar ha quedado esto tan claro como en el estado de Veracruz. Panistas y priistas se han acusado mutuamente de utilizar las despensas de ayuda para apoyar sus causas en vísperas de las elecciones de este próximo 2 de septiembre. Es difícil saber cuál de las partes tiene la razón o cuál ha sido responsable de las peores faltas, pero no hay duda de la obscenidad de los intentos por lucrar políticamente con el sufrimiento humano.
En Veracruz se están jugando el próximo domingo los 50 escaños del congreso local así como los Gobiernos de los 212 municipios del estado. Hace tres años el priista Fidel Herrera ganó las elecciones para gobernador, pero por muy estrecho margen. Herrera obtuvo 34.5 por ciento de los votos contra 33.7 por ciento, del panista Gerardo Buganza y 28.2 por ciento del ex gobernador Dante Delgado postulado por el PRD, el PT y Convergencia.
Esos comicios dejaron un estado dividido y maltrecho. Hoy las fuerzas políticas, especialmente PRI y PAN, están echando toda la carne al asador para obtener esa ventaja que a nadie le dieron los electores el 5 de septiembre de 2004. Y qué bueno que hagan su lucha. Lo triste es que la hagan tratando de aprovechar la tragedia del huracán Dean.
No tiene que haber elecciones próximas para que los políticos busquen sacar tajada de un problema que afecta a muchas personas, especialmente a quienes menos tienen. Ahí está lo que ha sucedido en Yucatán. Por una parte, la gobernadora priista, Ivonne Ortega, pidió que se decretara zona de desastre en 59 municipios del estado, lo cual significaría que se les otorgaría una ayuda federal. Pero el Gobierno Federal panista decidió designar solamente a siete municipios para esta ayuda. Injusto, han declarado los priistas de Yucatán. Una simple aplicación de las reglas generales para otorgar la ayuda, responde el Gobierno Federal panista.
Queda claro que los panistas y los priistas no se tienen ninguna confianza. Si bien en los primeros días las giras del presidente Calderón y de su equipo de trabajo en los lugares afectados por el huracán Dean fueron bien recibidas, en parte porque dieron una oportunidad de lucimiento a los gobernadores, las cosas se han tensado posteriormente. El gobernador de Veracruz se ha quejado de las giras que han hecho algunos funcionarios del Gobierno Federal, como el secretario de Agricultura Alberto Cárdenas, sin avisar previamente a las autoridades locales. De la misma forma, la gobernadora yucateca, Ivonne Ortega, se ha quejado de una visita del secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, sobre la cual se le informó de último momento y cuando ella se encontraba en la Ciudad de México.
Hemos visto también una batalla en los medios de comunicación. Algunos parecen empeñados en demostrar que todo fue torpeza y falta de preparación en el esfuerzo por esperar y enfrentar el huracán, y los responsables son siempre los Gobiernos de los partidos con los que no simpatizan esos medios. Otros señalan que las medidas de prevención y posteriormente de auxilio fueron adecuadas y oportunas.
Yo entiendo que en política hay que buscar cada oportunidad para obtener avances y derrotar a los rivales. De esa competencia entre los políticos pueden surgir beneficios para la población. Pero hay casos en los que las batallas políticas se vuelven simplemente inaceptables. Y uno de ellos es cuando se busca lucrar con las pérdidas que ha tenido la población.
La verdad es que México en general y en particular las comunidades de la península de Yucatán, resistieron muy bien el embate del huracán Dean, que entró a tierra con categoría 5, cosa que sólo otras tres tormentas en la historia habían hecho. Los mayores daños y pérdidas humanas se registraron en la segunda entrada del huracán a tierra, por la costa de Veracruz. Las lluvias torrenciales generaron una amplia destrucción en Veracruz, Hidalgo y Puebla. Pero quizá es más fácil defenderse contra los vientos de un huracán que contra las lluvias intensas de una tormenta.
También es verdad que los huracanes traen junto a su caudal de daños algunos beneficios. Dean llevó lluvias a la mayor parte de la república. En los lugares en que éstas fueron más intensas, dejaron grandes daños; pero en otros llenaron las presas y nutrieron las cosechas. Los huracanes son, después de todo, la forma que tiene el planeta de enfriarse y repartir en las zonas tropicales una lluvia que se convierte en fuente de vida.
La verdad es que los huracanes, a pesar de todos sus daños, nunca son tan perjudiciales como los políticos y sus esfuerzos por sacar ventaja incluso de las tragedias humanas.
GUTIÉRREZ VIVÓ
Varias notas periodísticas han señalado que José Gutiérrez Vivó ha estado en negociaciones con Radio Fórmula y sorprendentemente, con Francisco Aguirre de Grupo Radio Centro –empresa con la que colaboro— para regresar a la radio. Pero ¿acaso no nos dijeron que este periodista salió del aire por un acto de censura? No vaya a ser que sus problemas hayan sido simplemente financieros y generados por tener gastos superiores a sus ingresos. ¡Qué tragedia para quienes viven en el mundo de lo políticamente correcto!
Página de Internet:
www.sergiosarmiento.com