Fermín Ibarra recorrer la ciudad acompañado de su viejo triciclo.
TORREÓN, COAH.- La temperatura ha alcanzado los 35 grados centígrados. El calor es casi insoportable. Sin embargo, Fermín Ibarra recorre las calles sin importar si hace frío o calor, lo que en verdad importa es llevar a casa unos cuantos pesos para poder vivir.
Un viejo y gastado triciclo lo acompaña en sus largos recorridos por la ciudad en busca de cartón, envases de hule o latas de aluminio.
Ya es mediodía. Han pasado más de cuatro horas desde que salió de su casa, ubicada en la colonia Lázaro Cárdenas. Su triciclo aún luce medio vacío. La recolección no ha sido del todo buena, lo que significa que las ganancias serán pocas.
Tiene 59 años. Sus manos ya se ven cansadas y acabadas por las largas jornadas de trabajo que vivía en medio de parcelas, hace ya varios años atrás. De esos días, sólo quedan recuerdos y marcas en su cuerpo, “ni con el pasar del tiempo se borrarán”, señala Fermín.
Como muchos otros adultos mayores, el trabajo de Fermín terminó cuando la vida del campo se fue. “Antes me dedicaba al corte de chile, a la pizca de algodón... en fin de tantas cosas, antes había hasta para escoger”, recuerda aquel hombre.
El tiempo ha pasado. Fermín ya no tiene la misma energía. Su rostro se ve cansado. Él asegura que esta situación ha contribuido a que no tenga un trabajo estable, “es más, no es que no tenga, sino que no hay trabajo para personas adultas como yo”, comenta con tristeza Fermín.
El tiempo es importante. “No puedo seguir platicándole más porque tengo que continuar mi recorrido”, dice apurado Fermín, quien en ocasiones, cuando la recolección ha sido muy buena, se lleva a sus bolsillos 60 pesos o un poco más, “casi no es nada, pero es suficiente para mantener a mi mujer y a dos de mis hijos”.
Sin ‘chamba’
“Ya no podemos trabajar en otro lado... ya no hay en dónde”.
FERMÍN IBARRA,
59 AÑOS