La novia bajó de peso para la boda. Los recién casados se fueron de luna de miel a las montañas y durmieron en carpas separadas.
Luego vino la queja del esposo sobre el peso de la mujer. Antoinette Walters Janda dijo que ella había perdido 29 kilos y medio, 65 libras, para hacerse más atractiva para su esposo, Jiri Janda. Sin embargo, él se negaba a hacerle el amor.
Su queja, detallada en el testimonio rendido en un juzgado, condujo a un juzgado estatal de apelaciones a anular el matrimonio sin consumar de Janda. La decisión puede significarle al esposo, un ciudadano checo, la pérdida de su residencia en Estados Unidos.
La decisión de 5-0 del Juzgado Civil de Apelaciones en Alabama, determinó que el matrimonio podía ser cancelado con una anulación, aunque la pareja hubiera vivido en la misma casa por casi dos años antes de separarse.
El fallo escrito por la jueza Terry Moore, dice que "tradicionalmente una relación sexual es implícita en las promesas matrimoniales y que una intención tácita, sostenida al momento de la ceremonia de bodas, a rehusarse totalmente a tener relaciones sexuales con la otra parte es un fraude que altera la propia esencia del matrimonio".
El abogado de Jiri Janda, James Lambert, dijo que le decepcionaba el fallo y que no había hablado con su cliente sobre si apelarían o no.
"Nuestro argumento es que no es fraude. Es solamente dos personas envueltas en una matrimonio fuera de lo tradicional", dijo Lambert.
Los documentos del juzgado de apelaciones dicen que Jiri Janda es un nativo de la República Checa que llegó a los Estados Unidos en el 2001 con una visa de residencia temporal. La pareja contrajo matrimonio el 5 de junio del 2005.
Después de una luna amarga luna de miel, regresaron a la casa de Antoinette Janda en la costa de Alabama, donde durmieron en habitaciones separadas a solicitud de Jiri Janda y jamás tuvieron relaciones sexuales.
